Conductores profesionales: un colectivo escaso y envejecido

Más allá del debate sobre la falta de conductores profesionales o de las condiciones de este trabajo, el colectivo presenta un problema mucho más grave: el de su envejecimiento, una circunstancia que proyecta el drama hacia las próximas décadas y lo agrava.

27/07/2019 a las 12:38 h

Suele ser habitual ver discutir a los representantes sindicales y patronales sobre las causas de la escasez de conductores profesionales en el segmento de transporte de mercancías español, sin que ni unos ni otros logren ponerse de acuerdo.

Sin embargo, más allá de las cifras y de las interpretaciones, los datos evidencian que el colectivo de conductores profesionales cuenta con una edad media que no para de crecer, debido, fundamentalmente, a que no acceden jóvenes a una profesión maltratada, con un cierto aire rancio, a juicio de muchos, y sin perspectivas para hacer carrera profesional, más allá de la simple conducción, algo que para un grupo de profesionales, ya significa bastante.

[sumario]La situación de escasez no es exclusiva de España, ni siquiera del propio sector, ya que faltan profesionales en otros colectivos y en otros países.[/sumario]

En este sentido, son muchos los que, desde hace tiempo, vienen señalando que desde que se eliminó el servicio militar en España, que fué una auténtica cantera para la formación de conductores de camión en este país y en otros de nuestro entorno, se ha ido profundizando en una tendencia preocupante, dado el envejecimiento cada vez más acuciante en el colectivo.

Las cifras de un colectivo castigado

Los datos estadísticos del Ministerio de Empleo indican que existe muy poco paro entre los conductores profesionales de camión, tanto entre los asalariados, como entre los autónomos. Se da el caso, incluso, de algunas provincias con una ratio mínimo de conductores en paro.

Durante todo el 2018, el paro entre los conductores profesionales muestra una tendencia persistente a la baja, que solo se rompe durante los meses de verano, en una tónica que también sigue el mismo patrón en los cuatro primeros meses del presente 2019, que son los datos de que se disponen al cierre de esta edición.

A más largo plazo, los registros oficiales dan cuenta de que, por un lado, el número de demandantes parados de puestos como conductor asalariado de camión, no ha parado de bajar desde que alcanzó su pico máximo en 2012, mientras que, por otro, y en sentido contrario, la contratación de estos profesionales vive incrementos desde 2013, aunque con una curva menos acentuada.

Según la IRU, un 21% de las vacantes existentes para conductor de camión en toda la UE se quedan sin cubrir. Según la IRU, un 21% de las vacantes existentes para conductor de camión en toda la UE se quedan sin cubrir.

En este sentido, conviene tener en cuenta que, a tenor de los datos del Ministerio de Fomento, estamos ante un colectivo que a finales del pasado mes de abril contaba con 498.373 titulares de tarjetas en vigor con anotación exclusiva de CAP de mercancías, así como con otros 330.223 titulares de tarjetas en vigor con anotación CAP de mercancías y viajeros, en principio menos proclives, dadas las actuales condiciones del mercado laboral en el transporte, a trabajar con camiones.

Más en detalle, de los 264.805 contratos de trabajo para conductores de camión asalariados suscritos en 2018, un total de 116.740 han ido a parar a trabajadores con más de 45 años de edad. La cifra supone, por tanto, el 44,09% del total.

El envejecimiento es el verdadero problema

De igual modo, si a finales de diciembre había 21.894 conductores asalariados de camión en paro, de ellos 16.195 contaban con más de 45 años de edad, el 73,97%.

En definitiva y a grandes rasgos, no hay relevo, porque la bolsa de conductores asalariados de camión en paro con menos de 30 años no supera las 300 personas a finales de 2018.

En algunas regiones, la situación es dramática. Por ejemplo, en Murcia durante el pasado ejercicio se han firmado 17.000 contratos de trabajo para este colectivo, mientras que en la región a finales de año había solo 866 parados.

En Andalucía se han firmado 72.369 contratos para conductores de camión, cuando solo hay 4.733 parados.

Sin embargo, pese a que podría considerarse que el problema es especialmente grave en España y únicamente en este colectivo profesional, lo cierto es que otras categorías profesionales siguen el mismo camino, como, por ejemplo, y por no alejarnos mucho del propio sector logístico y de transporte, la de carretilleros o la de conductores de vehículos ligeros, y que la escasez es aún más acuciante en otros países europeos.

[sumario]Pese a la llegada de la conducción autónoma, durante los próximos años seguiremos necesitando conductores para realizar tareas de alta precisión y maniobras complejas.[/sumario]

Valga como dato que un reciente informe de la IRU calcula que un 21% de las vacantes existentes para conductor de camión en toda la Unión Europea no se cubren debido a la falta de profesionales adecuadamente formados para llevar a cabo estas tareas.

En definitiva, al proceso de ir echándole a los conductores más responsabilidades relacionadas con la carga y descarga o la entrega y sellado de documentaciones, entre otras actividades, se viene a unir ahora nuevos requerimientos legales que van a implicar unas mayores necesidades de formación para los conductores profesionales.

Esto va a estrechar aún más la puerta de entrada que da acceso a una profesión marcada también por una creciente inseguridad a nivel continental y una competencia que roza, e incluso traspasa en ciertos casos, los límites legales y que impide a las empresas ofrecer a estos profesionales salarios que seguramente bien merecen.

Una de las medidas que también genera una gran polvareda, con reacciones a favor y en contra: las 44 toneladas, que podría de terminar de dar la puntilla a un colectivo en claro peligro de extinción.

En este sentido, vehículos con mayor capacidad de carga requieren de más tiempo para su carga y descarga, así como para su correcta estiba y desestiba, en un marco legislativo estricto en este sentido.

Si con los actuales semirremolques, los problemas en muchas plataformas de carga y descarga por los tiempos de espera son largos, con vehículos mucho más grandes y pesados, se alargarán aún más, recortando el tiempo que este colectivo le dedica a la conducción pura y dura.

Todos estos factores y algunos otros más inciden en el hecho de que el salario no es solo el único factor que determina la falta de conductores profesionales en el sector del transporte de mercancías por carretera, sino que el problema es mucho más profundo y lleno de matices que tienen que ver con las complejidades que se suelen esconder detrás de cualquier decisión humana, en la que intervienen distintas percepciones.

La conducción autónoma no es la solución

En este panorama sombrío, muchos parece fiarlo todo a que en un futuro, las máquinas consigan gobernarse solas y se pueda prescindir de los conductores.

Sin embargo, este futuro aún parece lejano, aunque, al mismo tiempo, mucho más cerca de lo que nos pensamos.

La escasez de conductores no es exclusiva del transporte pesado, también se extiende al ligero. La escasez de conductores no es exclusiva del transporte pesado, también se extiende al ligero.

Por otra parte, en este terreno nos puede servir de ejemplo la aviación comercial, en la que ya existen los pilotos automáticos desde hace largo tiempo, pero que, aún y todo, no ha prescindido de los pilotos humanos, porque, al fin y al cabo, la pericia de un profesional es un elemento insustituible a la hora de hacer frente a cualquier imprevisto y es crucial en operaciones complejas como el aterrizaje y el despegue.

Cierto es que ya se usan drones con cierta frecuencia en diferentes situaciones, pero también es cierto que estos aparatos no son propiamente aviones, sino que son aeronaves más ligeras y con características de vuelo bastante más limitadas que cualquier avión.

Así pues, es muy posible que durante las próximas dos décadas sigamos necesitando conductores que vayan realizando diferentes funciones al frente de vehículos que cada vez irán contando con mayores funciones de conectividad, pero que requerirán de la presencia humana en tareas que a día de hoy no sabríamos identificar.

cuadro-final-noticias-para-enlace-al-especial

Etiquetado
Lo más leído