El lunes 25 de enero, la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, TRAN Comitte, ha aprobado, con 29 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones, la propuesta para el Reglamento europeo de Puertos, presentada en mayo de 2013.
La ESPO ha expresado su satisfacción por el acuerdo alcanzado en el Comité. "Cuando se conoció la propuesta hace dos años, temíamos que causaría una desaceleración en el buen desempeño de los puertos europeos, en lugar de proporcionar las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos actuales y futuros".
Sin embargo, gracias al diálogo entre todas las partes implicadas, "se ha fijado un reglamento realista y aceptable y un posible acuerdo con el Consejo". En concreto, la ESPO ha destacado el fortalecimiento que da este reglamento al principio de autonomía de los puertos para establecer sus presupuestos y la supresión del dragado del ámbito de aplicación de este documento.
Además, supone un marco flexible para la organización de los servicios portuarios, respetando la diversidad de puertos en Europa, al permitir diferentes herramientas, como el operador interno, limitaciones, PSO, etc.
También se ha aclarado la solicitud de las ayudas estatales para las infraestructuras portuarias y la solicitud para incluir ciertas inversiones portuarias en el Reglamento General de Exención por Categorías, GBER, por sus siglas en inglés.
Por último, se ha fijado lograr una mayor transparencia financiera cuando los puertos reciben financiación pública y no se ampliará el ámbito de aplicación de la Directiva de Concesiones a través del reglamento.
La ESPO ha subrayado, sin embargo, que no se han abordado todavía todos los problemas y espera que los temas restantes se puedan abordar más a fondo, durante las negociaciones con el Consejo.
Las principales cuestiones pendientes son el fortalecimiento del papel de la Autoridad Portuaria para establecer los requisitos mínimos de los proveedores de servicios; un marco más pragmático en cuanto a las relaciones con los usuarios del puerto y las partes interesadas; el alegato en favor de un marco bueno y eficiente en la gestión de las quejas, en lugar de la prestación de supervisión, y una mejor definición del alcance del principio de confinamiento para los operadores internos.