El intenso frío en Europa de las últimas semanas anima una campaña hortofrutícola mediocre

Sin embargo, con clientes desatendidos durante semanas seguidas, las pérdidas de diciembre no se compensarán en lo que queda de campaña, aunque ya se empieza a notar la falta de camiones para el internacional.

04/02/2019 a las 22:00 h

camiones frigorificos en un aparcamiento de carretera El incremento de actividad para el transporte frigorífico internacional en enero difícilmente compensará la mala situación vivida en diciembre.

El mes de enero ha traído un repunte de los volúmenes de transporte frigorífico internacional, coincidiendo con la llegada del pleno invierno y la intensa bajada de las temperaturas en toda Europa, que ha propiciado el tirón tan esperado de las frutas y verduras españolas.

Situación que no deja de ser la normal de un mes fuerte de trabajo como enero, pero que no arregla en absoluto el destrozo sucedido entre finales de noviembre y el mes de diciembre.

Y es que fueron más de ocho semanas de bloqueos continuos en distintas carreteras de Francia, como consecuencia de las protestas de los temidos chalecos amarillos. Período durante el cual además, tanto la Administración española como la francesa, no actuaron contundentemente para garantizar la libertad de tránsito de camiones y mercancías, y en el caso del frigo con entregas tan comprometidas y puntuales a las grandes cadenas de distribución.

Pérdidas de contratos, mercancías bloqueadas en los almacenes, rechazos múltiples por parte de los clientes… en resumen unas pérdidas que se estiman en torno a los dos millones de euros al día, según indicaban las organizaciones patronales del sector.

Desbandada de conductores

Aunque en épocas navideñas las flotas suelen contar con la reducción consabida en su mano de obra al volante, en esta campaña la salida de grupos numerosos de chóferes han obligado a tener varias semanas camiones parados, en medio de un momento crítico además por la circunstancia del tapón en Francia.

El estrangulamiento entre ambos factores ha pasado una gran factura, con clientes desatendidos durante semanas seguidas.

Las pérdidas de diciembre no se compensarán en lo que queda de campaña, más aún siendo un mes crítico, en el que la falta de servicio a los clientes no se pasa por alto y supone perder cuentas con más o menos peso en la facturación total.

Confianza en que el invierno sea largo

Los más optimistas depositan sus esperanzas en que el frío intenso que ha ocupado todo enero, se prolongue lo máximo posible en los meses siguientes. Ya han empezado a faltar camiones para abastecer Europa de nuestros productos hortofrutícolas, una vez reducidas al mínimo todas las cosechas propias en los mercados comunitarios.

Productos como el brócoli o el pepino disfrutan de sus semanas más fuertes, con precios al alza, mientras que por otro lado los cítricos asisten a un derrumbe de precios, provocado por la fuerte competencia de mercados como Sudáfrica, Egipto o Turquía.

No obstante, a pesar del buen tono de enero, en la misma línea de 2018, se sospecha que la debilidad, que empieza a verse como estructural en el mercado, reaparezca entre marzo y abril.

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