Desde la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime) han señalado que, teniendo en cuenta que el coste de explotación de un vehículo pesado asciende a 130.000 euros por año, "establecer un límite de 75.000 euros de facturación anual es una forma de echar a los transportistas del régimen de módulos".
Así lo han señalado en la Asamblea General celebrada este segundo fin de semana de junio, en la que desde la asociación han vuelto a proponer que se fije el límite de facturación en 150.000 euros, para que, por lo menos, el transportista de un sólo vehículo pueda seguir tributando por este sistema, según recoge Aragón Universidad.
Los transportistas fijan el perjuicio económico de esta medida en 15.000 euros por autónomo, mientras que auguran un incremento del coste del transporte de 12 céntimos por kilómetro, algo que podría traer consigo un aumento en los precios del transporte de entre el 12% y el 15%, lo que provocaría que la cuota de mercado del sector caiga de forma considerable.
En este contexto, desde Tradime afirman que el régimen fiscal de módulos ha contribuido, en las condiciones aún vigentes, a que el sector transporte de España sea altamente eficiente, permitiendo el aumento de las exportaciones incluso en años de crisis.
Además, en su día, los módulos se establecieron para evitar la economía sumergida, por lo que suprimirlos en un momento como este, en el que los transportistas españoles soportan la presión del dumping social de países del este, puede suponer un incremento de la competencia desleal.
Por otro lado, desde la asociación afirman que "ya se está notando una deslocalización a terceros países porque son más rentables fiscalmente".