La rentabilidad futura de K Line, MOL y NYK depende del éxito de la fusión de sus líneas de contenedores en la nueva Ocean Network Express, ONE, que comenzará a operar el 1 de abril de 2018. Con esta operación, las navieras esperan reducir sus costes en 440 millones de dólares (366 millones de euros) en el primer año fiscal, que finalizaría el 31 de marzo de 2019.
Para ello, prevén una consolidación del personal de las tres navieras, la combinación de sus agencias marítimas y otras compañías subsidiarias, y una estrategia de reducción de los costes portuarios y las tarifas de los proveedores de servicios.
El hecho de adoptar mejores prácticas supondrá, además, un incremento de la competitividad. Esta nueva aventura empresarial marcará un nuevo punto de partida para las navieras, como MOL, que podrá empezar a generar beneficios de forma más constante.
En el caso de NYK, la integración se suma a la adquisición de Yusen Logistics, lo que permitirá transformar el futuro del operador a largo plazo. Mientras, desde K Line, consideran que esta fusión les permitirá aprovechar las ventajas de las economías de escala.
Actualmente, NYK cuenta con un 38% del accionariado, mientras que MOL y K Line tienen cada una un 31% de la nueva línea de contenedores. De momento, están en la fase final del proceso de selección para ciertos puestos clave y próximamente, empezarán las negociaciones con los proveedores para poder iniciar las operaciones a tiempo.
Una vez en marcha a partir del 1 de abril de 2018, ONE ocupará el sexto lugar a nivel mundial en términos de capacidad, con una flota de 234 buques que suman 1,48 millones de TEUs en total, por encima de los 1,1 millones de TEUs de Evergreen y por detrás de los 1,56 millones de TEUs de Hapag-Lloyd, que podría superar teniendo en cuenta que ha realizado varios encargos de buques que suman una capacidad de 187.000 TEUs.