Ovidio de la Roza augura un 2017 "complicado".
El año 2017 será un año “complicado” para el transporte por carretera, un sector que en 2016 ha notado más que nunca los efectos de la competencia desleal y que, además, se enfrenta a una Europa “rota” donde los países “quieren crear barreras artificiales” y las administraciones apuestan por fiscalizar aún más la actividad.
Así lo ha señalado este martes 7 de febrero en Madrid el presidente de la CETM, Ovidio de la Roza, quien asegura que el ejercicio 2017 se inicia con “muchas incertidumbres” y “nubarrones” que podrían empeorar la situación del transporte por carretera español.
El primer desafío del sector será el desarrollo del ROTT que, tal y como había adelantado cadenadesuministro.es, comenzará a analizarse a mediados de este mes. En concreto, el próximo 15 de febrero tendrá lugar una reunión entre el CNTC y Fomento para abordar este tema.
Al igual que el Ministerio de Fomento, el sector también espera que el Reglamento pueda ser aprobado en el primer trimestre de 2018.
La incertidumbre de la ‘Euroviñeta’
El presidente de la CETM no ha escondido la incertidumbre que pesa sobre el sector en lo que respecta a una posible implantación de la ‘Euroviñeta’ en España. A pesar de que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha señalado en varias ocasiones que esta medida no está sobre la mesa del Departamento, el sector aún no ha conseguido arrancar el compromiso claro que logró con la exministra, Ana Pastor, de no implantarla.
[sumario]“Nada asegura que Hacienda no implante la Euroviñeta en el verano de 2017 si no salen las cuentas para cuadrar el déficit”, ha apuntado De la Roza.[/sumario]
Además, los peajes que se han aprobado en Guipúzcoa para primeros de 2018, y contra los que el CTNC planea movilizaciones, podrían producir un “efecto dominó”y la puesta en marcha de medidas similares por parte de otras administraciones autonómicas en aquellas carreteras que no sean competencia del Estado.
En lo que respecta a las exigencias trasladadas desde varias comunidades autónomas al Gobierno para obligar a los transportistas a circular por las autopistas de peaje, en la CETM mantienen la postura que tuvo en iniciativas anteriores: el desvío ha de ser voluntario si se subvenciona parcialmente el peaje y el paso por la autopista debe ser completamente gratuito en caso de que la medida sea obligatoria.
¿Se abre la puerta a las 44 toneladas?
Los transportistas también volverán a sentarse próximamente con las principales asociaciones de cargadores, después de que las negociaciones mantenidas entre ambos colectivos en 2016 se rompieran el pasado mes de noviembre por el tema de las 44 toneladas.
Según ha explicado De la Roza, una asociación integrada en el CNTC se negó rotundamente a que la posibilidad de ampliar la MMA de los camiones a las 44 toneladas se pusiera sobre la mesa. “Siendo está la única medida que les interesa a los cargadores, el sector tenía poco que ofrecer”, ha apuntado.
[sumario]Aunque el transporte carretera sigue oponiéndose mayoritariamente a las 44 toneladas, De la Roza sostiene que no se puede “obviar que están ahí y se va tener que afrontar”.[/sumario]
No obstante, en la reunión que el CNTC mantuvo en enero se acordó volver a convocar encuentros con las asociaciones de cargadores, así como los pilares sobre los que se fundamentará la negociación de los transportistas en los mismos.
Aunque el transporte carretera sigue oponiéndose mayoritariamente a las 44 toneladas, De la Roza sostiene que no se puede “obviar que están ahí y se va tener que afrontar”. Por ello, el CNTC quizás aceptase esta medida si los transportistas cumplen una serie de compromisos relativos a los tender, el pago a 30 días, los tiempos de espera en la carga y descarga, etc.
“Si todas estas medidas que benefician al sector se establecieran, y se repartiese el beneficio de las 44 toneladas entre transportistas y cargadores, tal vez estaríamos dispuestos a dar el paso”, señala De la Roza.
Sin embargo, el presidente de la CETM considera “improbable” que los cargadores acepten todos estos requisitos, los cuáles, por otro lado, serían muy difíciles de controlar. Además, recuerda que algunas de estas medidas conllevarían también un cambio en las leyes y, por tanto, el visto bueno de la Administración.
“El tema es complejo, ¿pero por qué no vamos a negociar?”, ha indicado De la Roza.