El Ministerio de Trabajo francés ha concedido un plazo de transición de tres semanas para que los operadores se adapten a la nueva Ley Macron, que ha entrado en vigor el 1 de julio para regular el desplazamiento de trabajadores en Francia pertenecientes a empresas establecidas en otro país de la UE.
De este modo, según señala la CETM, la labor de los agentes de control en carretera será "informativa en relación a las reglas exigidas" hasta el día 22 de julio, sin imponer sanciones por el momento, aunque el operador no cuente con la documentación obligatoria.
Por su parte, Astic ha celebrado esta decisión de las autoridades y ha puesto de relieve la imposibilidad de cumplir la ley ante la "multitud de aspectos a contemplar en tan reducido espacio de tiempo".
La asociación pide "máxima agilidad" a las instituciones en la lucha contra esta norma, puesto que considera que la aplicación del salario mínimo instaura "barreras administrativas y burocráticas desproporcionadas".
Certificado de desplazamiento
En virtud de esta normativa, los vehículos de transporte que transiten por Francia deberán llevar siempre a bordo el certificado de desplazamiento, redactado en francés, con los datos del operador y del conductor, su retribución salarial, y una copia del contrato de trabajo.
Además, la empresa transportista deberá designar obligatoriamente a un representante legal en el país que actuará en su nombre ante las autoridades. El hecho de no designarlo se sancionará con multa de 2.000 euros, que en caso de reincidencia se incrementará a 4.000 euros.
Para cumplir con esta obligación legal, Fenadismer ha puesto a disposición de sus asociados la opción de ser representados a través de su servicio de asistencia internacional.
De este modo, los transportistas podrán disponer de asistencia jurídica las 24 horas los 365 días en cualquier país europeo, y contarán con representación legal en Francia para la custodia de la documentación.