El conflicto entre sindicatos y empresas de la estiba en el puerto de Valencia, marcado por la negociación del convenio colectivo y la necesidad de ampliar la plantilla dedicada a esta actividad, ha dado un nuevo giro en los últimos días.
Así, aunque en un principio estas cuestiones se iban a negociar por separado, los estibadores valencianos han supeditado las nuevas contrataciones con las que se cubrirían los servicios en los próximos meses de verano, lo que supone alrededor de 350 incorporaciones, a la firma del nuevo convenio colectivo que se lleva negociando desde hace varios años, según recoge Las Provincias.
Los sindicatos siguen exigiendo que se impida la entrada de trabajadores ajenos a la instalación, y solicitan que se convierta a los trabajadores eventuales en estibadores fijos. Además, han propuesto a la administración autonómica valenciana que autorice al puerto a realizar la incorporación del personal 'en función de criterios propios'.
No obstante, los estibadores anteponen a estas solicitudes la firma del nuevo convenio colectivo, con el que pretenden asegurarse el ejercicio de funciones para que no sean realizadas por personal ajeno al personal portuario, como ha ocurrido en el embarque y desembarque de vehículos, que al ser considerado como un “servicio comercial” queda excluído de la normativa de los servicios portuarios.