La Autoridade da Concorrência portuguesa, organismo que regula la competencia en el país luso, ha realizado inspecciones por sorpresa en los locales de siete empresas situadas en los puertos de Lisboa, Setúbal, Sines y Viana do Castelo, como parte de una investigación abierta ante la sospecha de conductas antimonopolio en las empresas portuarias del país.
Las inspecciones han sido realizadas tras el hallazgo de indicios de un posible cártel de reparto de mercado en el sector de los servicios portuarios, lo que supondría una violación de la Ley de la Competencia portuguesa y del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
Las administraciones lusas llevan a cabo estas inspecciones por sorpresa como paso preliminar en las prácticas anticompetitivas sospechosas. No obstante, el hecho de que se hayan realizado las mismas no prejuzga el resultado de la propia investigación ni significa que las empresas sean culpables de comportamiento anticompetitivo.
Al igual que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia española, la administración lusa también ofrece un régimen de mayor indulgencia a aquellas empresas que revelen de forma voluntaria su participación en una práctica anticompetitiva.