La Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo de la Generalitat Valenciana destinará, en este 2015, un total de 350.000 euros para subenvionar actuaciones que fomenten el cambio hacia modos de transporte más sostenibles, que consuman menos energía, además de impulsar combustibles menos contaminantes.
Aquellos interesados podrán presentar sus proyectos a esta línea de incentivos hasta el próximo 20 de febrero, pudiéndose beneficiar de la misma tanto empresas como particulares y ayuntamientos.
El objetivo de estas subvenciones es lograr un mejor uso de los recursos energéticos en el sector transporte, que concentra el 40% de todo el consumo de energía de la Comunitat Valenciana y es responsable del 41% de las emisiones de CO2 emitidas en la región.
Desde la Generalitat afirman que el desarrollo de políticas activas en materia de ahorro y eficiencia energética, junto con la promoción del uso de las energías renovables, son dos ejes prioritarios en su política energética.
Movilidad Urbana Sostenible
Con esta finalidad, el gobierno autonómico apoyará con un 50% del coste a aquellos ayuntamientos que lleven a cabo la redacción de planes de movilidad urbana, que incluyan medidas y estrategias para promover un cambio hacia modos que consuman menos energía.
En el mismo sentido, pretende facilitar la modernización del parque de vehículos industriales destinados al transporte, sobre todo de pasajeros. Para ello, la Generalitat concederá ayudas para la adquisición de vehículos industriales de propulsión eléctrica, híbridos o alimentados por gas natural, gas natural licuado o hidrógeno.
Además, desde la administración premiarán aquellos proyectos que faciliten la implantación de estaciones de recarga o llenado eléctricas, tanto para uso público como para uso privado.
Otra de las líneas contempladas es la subvención de proyectos piloto de movilidad eléctrica con el objetivo de introducir los vehículos eléctricos en las ciudades de la Comunitat Valenciana.
Así, también seguirán promocionando el uso de bicicletas eléctricas para la distribución urbana de mercancías, mediante iniciativas como el proyecto Smile, piloto implantado hace dos meses para el reparto de última milla en la ciudad y que avanza satisfactoriamente a día de hoy.