En España, una vez más se pondrá el foco en los corredores Mediterráneo y Atlántico, además de impulsar nuevos proyectos en el ámbito de las conexiones ferroportuarias y las autopistas ferroviarias
El transporte ferroviario ha sido esencial para garantizar la movilidad de las mercancías durante la pandemia, aunque sigue siendo necesario un aumento de la cuota modal en España.
En los últimos meses hemos podido comprobar que ni la Organización Marítima Internacional (OMI), ni las autoridades europeas, están dispuestas a retrasar la introducción de sus medidas medioambientales para el sector.
Los puertos españoles realizarán un gran esfuerzo en 2021 para reactivar la economía, combinando la reducción de tasas portuarias y el aumento de las bonificaciones con nuevas inversiones en conectividad terrestre, seguridad, sostenibilidad y digitalización.
Los puertos españoles han garantizado el abastecimiento a la población durante un año muy difícil, en el que han tenido que hacer un gran esfuerzo económico, incluyendo la rebaja de las tasas portuarias.
La nueva situación con el Reino Unido que implica que todos los flujos de transporte de mercancías con este país están sometidos a controles aduaneros y no aduaneros, parece indicar que en general no se estaba preparado para el Brexit.
El pasado 2020 ha terminado, por lo que respecta al mercado español de semirremolques, mejor de lo que comenzó y con la vista puesta en que las vacunas permitan retomar unas inversiones necesarias para mantener la competitividad de la flota en un escenario de fuerte competencia a nivel continental.
No se espera una recuperación rápida, pero sí que se prevé una mayor estabilidad y un aumento sostenido de la demanda según avancen los meses.
La caída de las matriculaciones de vehículos industriales ha llegado al 21,7% y la de comerciales se ha situado en el 26,4%, por la influencia de la crisis sanitaria del Covid-19.
Durante el pasado 2020 los efectos de la pandemia por el coronavirus vinieron a sumarse a todo un complejo proceso de cambio que vive la industria automovilística desde hace varios años, a pesar de lo cual se ha mantenido el lanzamiento de nuevos productos de los principales actores de la industria.
A nivel económico, cerca de un año después del inicio de la pandemia por el Covid-19, ya se ha pautado la vía de recuperación, que se erigirá sobre dos pilares como la descarbonización y digitalización.
Nadie sabe a ciencia cierta si tras la crisis sanitaria llegará un sector nuevo, lo que sí que es cierto es que el transporte de mercancías por carretera lleva tiempo inmerso en un profundo proceso de transformación que desembocará en un panorama distinto.
Este 2021 seguirá siendo un año huérfano en cuanto a acciones concretas y decididas desde dentro del sector para tratar de arreglar, al menos uno o dos de los muchos problemas que nos dan pie a tan extenso repertorio de quejas.
Todo se torció en marzo, aunque se veía venir de antes. El caso es que desde el tercer mes del pasado 2020, los niveles de ocupación y de paro en el sector logístico y de transporte han cambiado drásticamente
El transporte de mercancías por carretera en España ha acusado el impacto de la pandemia, a pesar de haberse mostrado como un sector vertebrador e indispensable para mantener los suministros fundamentales en los meses más duros de la crisis, que continúa y que no ha permitido recuperar aún los niveles precrisis.
Un año difícil como el pasado 2020 ha puesto sobre la mesa la importancia que tiene el transporte para la economía española y europea.
Desde Europa se están poniendo encima de la mesa proyectos que afectan al sector de forma directa, y nuestros representantes no pueden estar ausentes mientras se elaboran normas y Reglamentos que nos afectan de modo directo.
La pandemia ha acelerado el camino hacia la digitalización. En el ámbito de los almacenes esto se traduce en un impulso a la robotización y en la transformación de las instalaciones logísticas en zonas en las que coexistirán en poco tiempo operarios humanos con equipos robóticos.
El cambio producido por la pandemia en los hábitos de consumo pone en evidencia la necesidad de espacio logístico de calidad y moderno para crear eficiencias en la totalidad de la cadena de suministro.
El crecimiento del e-commerce y de ciertos sectores de actividad impulsará la demanda de naves en los principales focos del país, como la Zona Centro, Cataluña, Valencia y Zaragoza, destacando también el interés por Málaga, Sevilla o Bilbao