ASTI combina los sistemas AGVs con la manutención "más clásica"

Una vez optimizado el transporte interno de materiales en palets, la automatización debe dar un paso más allá en la manipulación de cargas no paletizadas.

12/03/2015 a las 1:21 h

Sistema de manipulación integrado en un AGV de ASTI

Actualmente, los vehículos de guiado automático (AGV) son de sobra conocidos en los ámbitos de la logística interna, con una eficiencia probada y motivada por el gran salto que se ha dado en la evolución de estos vehículos durante los últimos años.

Así, desde los primeros vehículos guiados por un cable enterrado que transmitía electricidad, las nuevas tecnologías han ido aportando una serie de soluciones que han derivado en el desarrollo de los guiados laser, por contornos y los duales, que combinan cualquiera de los anteriores.

En este contexto, una vez optimizado el transporte interno de materiales, la automatización debe dar "un paso más allá combinando la tecnología de los AGVs con la de la manutención más clásica", llevando a cabo tareas complejas de manipulación, según defienden desde ASTI.

Bajo esta premisa, el fabricante español ha desarrollado un vehículo de guiado automático que incorpora sistemas de manipulación y de acumulación a bordo, para la automatización de la recogida de materiales entre distintas estaciones de trabajo.

Por tanto, mientras que un sistema tradicional de AGVs se muestra eficiente para el transporte automático de cargas paletizadas, esta solución compleja permite la manipulación de cargas no paletizadas para su posterior transporte, que además es más eficiente debido a la reducción del número de movimientos y de recorridos.

Dicho sistema de acumulación está formado por cuatro transportadores de banda que desplazan las cargas de forma que proporcionan nuevas posiciones libres para que el manipulador pueda seguir descargando material.

¿Cómo funciona?

Cuando una máquina ha terminado de producir, esta informa al sistema AGVs para que envíe un vehículo a recogerlo y trasladarlo al área de paletizado, mandando aquel que se encuentre más cerca. Posteriormente, cuando llega a la estación, el vehículo se detiene y el manipulador se dispone a recoger el material.

Cabe destacar que el sistema telescópico y el particular diseño, por el que los AGVs son capaces de moverse tanto en altura como longitudinalmente en 360º, aumenta la eficiencia en estas tareas.

Una vez posicionado para la recogida de material, el AGV informa al manipulador para que se active y proceda a la recepción del material. El manipulador expande su brazo telescópico y desciende para posicionarse sobre el material. Tras recogerlo, se repliega para depositarlo sobre la posición que le indique el sistema central.

Además, conocidas las dimensiones del material, se calcula el número de posiciones dentro del sistema de transportadores, de tal forma que se guarda registro del estado de carga y de las posiciones libres. Cuando el manipulador descarga un material sobre la banda el sistema de transportadores se activa desplazando el material hasta su posición posterior, quedando libre nuevamente la primera posición para una futura recogida.

De esta forma, el vehículo se desplaza recogiendo material a lo largo de la planta hasta que se encuentra totalmente cargado, momento en el que se dirigirá hacia una estación de descarga.

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