Astic entiende que debería penalizarse a los transportistas que incumplan intencionadamente la normativa

La asociación responde a CC.OO. sobre la pretensión de la patronal de hacer recaer la responsabilidad del abono de las multas sobre las trabajadores del sector.

18/01/2013 a las 2:56 h

Celebración del Pleno del Comité Nacional del Transporte por Carretera

La Asociación del Transporte Internacional por Carretera, Astic, ha enviado un comunicado en contestación a la nota emitida por CC.OO. “que denuncia que las patronales del transporte pretenden que los conductores paguen las multas del tacógrafo”.

Con el fin de aclarar este reproche del sindicato, Astic destaca que la nota de CC.OO. es “claramente errónea”. Por ello, asegura que ninguna asociación patronal ha pretendido que la responsablidad general por las infracciones de transporte o de tiempos de conducción y descanso se atribuya automáticamente a los conductores.

Sin embargo, el comunicado puntualiza que tanto Astic como otras organizaciones del Comité Nacional si defienden que en determinados casos y para las infracciones en las que puede demostrar que el conductor, formado para el cumplimiento de las normas, actúa en contra de una instrucción expresa del empleador, sea el condutor el que “tenga que sufrir las consecuencias del incumplimiento”.

Absoluta inmunidad

Por otro lado, Astic afirma que los conductores actúan con un elevado grado de independencia, y por lejanía, lejos del ámbito de control del empleador, por lo que “permitirles una absoluta impunidad sobre las infracciones que cometen contribuye a privar a la norma de su efectividad disuasoria, lo que va en contra de la seguridad de los conductores”.

En este sentido, la asociación resalta que esta inmunidad absoluta les permite cometer infraccionescon la única intención de perjudicar a la empresa”. Teniendo en cuenta que la comisión de determinadas infracciones comporta para la empresa o el gestor del transporte la pérdida de la honorabilidad, el transportista puede originiar el cierre de la misma,colocando a ambos en la más absoluta indefensión”.

La asociación advierte de que no es una práctica generalizada “pero sí lo suficientemente grave” para poner en peligro la seguridad de la carretera, de los propios conductores y de la propia viabilidad de una empresa.

Astic destaca que su posición permitiría “que la empresa extremara las medidas de formación y documentara sus comunicaciones con los conductores” de este modo “distinguiría las empresas más cuidadosas con el cumplimiento de la normativa, respecto a otras”. Por lo que, la patronal justifica su posición alegando que “convertiría a los conductores en verdaderos vigilantes del cumplimiento de la normativa, mejorando su eficacia”.

Finalmente, Astic subraya que no defiende a las empresas que voluntariamente imponen a sus conductores el incumplimiento de la normativa, ni pretende eximir la sanción. Lo que sí considera es que “los sindicatos tampoco deberían hacerlo con respecto a los trabajadores que hacen lo mismo”.

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