Finalmente, Balearia no podrá utilizar ninguna pieza del yate Fortuna, rebautizado 'Foners', tras la adquisición en julio de 2014 por 2,2 millones de euros, según ha informado el diario 'Levante'.
En un principio, el proyecto de la naviera era convertir las turbinas Rolls Royce del yate para que pudieran funcionar con gas licuado e instalarlas posteriormente en algunos de sus fast ferries.
Sin embargo, más de seis meses después, la naviera ha admitido que sus planes no son viables por los costes económicos que suponen la conversión e instalación de las turbinas.
Desde Balearia se ha afirmado que durante esa adaptación a gas licuado y la utilización comercial de los motores se han encontrado "inconvenientes técnicos" que incrementan "de forma importante" la inversión prevista, "al tiempo que dispara los costes de mantenimiento".
Además, la caída en el precio del petróleo, y por tanto del combustible marítimo habitual, hace que esta inversión para la adaptación de los motores a gas licuado sea menos viable.