Cepsa aspira a ser el primer proveedor de biocombustibles de segunda generación

La instalación producirá anualmente de manera flexible 500.000 toneladas de SAF (Combustible Sostenible para la Aviación) y diésel renovable para contribuir a la descarbonización de la aviación, el transporte marítimo y terrestre.

17/04/2023 a las 18:28 h

Cepsa y Bio-Oils, compañía de biocombustibles de Apical, han constituído una joint venture para impulsar la producción de biocombustibles de segunda generación mediante la construcción de la mayor planta en el sur de Europa. El complejo, que se ubicará en Palos de la Frontera (Huelva), en el Parque Energético La Rábida con una inversión prevista de hasta 1.000 millones de euros.

La nueva planta se asegurará la mayoría del suministro de materia prima, procedente de residuos orgánicos como desechos agrícolas o aceites usados de cocina, a través de un acuerdo global y de largo plazo con Apical, matriz de Bio-Oils, lo que permitirá aprovechar residuos que de otro modo terminarían desechándose. El suministro de materia prima de segunda generación de alta calidad es fundamental para garantizar que la nueva joint venture cumpla su objetivo.

La nueva planta contará con dos unidades de pretratamiento y tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF(Combustible Sostenible para la Aviación) y diésel renovable, destinada al transporte terrestre, marítimo y aéreo. Su puesta en marcha está prevista para el primer semestre de 2026.

La utilización de biocombustibles puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales, por lo que son un elemento clave para impulsar la descarbonización del transporte, especialmente en sectores en los que la electrificación es compleja, como el transporte pesado por carretera, el marítimo y el aéreo.

Los biocombustibles de segunda generación son una solución inmediata para favorecer la transición energética, al poder utilizarse en motores convencionales y contribuyen a conseguir la autonomía energética en Europa.

La construcción de esta nueva planta responde al objetivo de Cepsa de convertirse en el primer proveedor de biocombustibles de segunda generación (2G) en España y Portugal. En 2030, la compañía espera contar con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles, de las que 800.000 toneladas serán de SAF, suficiente para sobrevolar 2.000 veces el planeta.

 

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