La congestión que se está viviendo en los puertos de Algeciras y Tánger tras el ciberataque ‘Petya’ está afectando a algunas de las operaciones de Maersk Line, cuyo plan inmediato es entregar la mercancía en su destino con tanta fluidez como sea posible.
Desde la naviera reconocen que un reducido número de rutas han sufrido un impacto significativo en el tiempo de tránsito, lo que les ha obligado a trasladar de forma permanente ciertos movimientos a otros puertos o añadir más buques a sus rutas, entre otras medidas.
No obstante, sus operativas están volviendo a la normalidad, especialmente en Algeciras, cuyos niveles de personal ya se acercan a lo habitual. El operador ha disminuido ya las estancias de larga duración en Algeciras y Tánger, así como en los puertos donde se había desviado la carga, como Puerto Saíd, en Egipto, el puerto de Malta o el de Gioia Tauro, en Italia.
Actualmente, está trabajando con las instalaciones de destino para incrementar la cantidad de enchufes para la mercancía refrigerada y trata de mantener informados a sus clientes a través de su página web de contingencias operativas y sus redes sociales.