El dron ha realizado un vuelo de ocho minutos y medio de duración sobre la ciudad de Baltimore.
En ocasiones, algunos servicios de paquetería transportan vida en forma de órganos para la realización de algún transplante.
Para estos casos, la velocidad y las condiciones de temperatura son, entre otros, elementos cruciales que pueden condicionar el trabajo de un equipo médico y las expectativas vitales del paciente que espera, por lo que suelen utilizarse caros y complejos desplazamientos aéreosque requieren de helicópteros y de helipuertos para recibir directamente esta mercancía tan especial.
A finales de abril, la Universidad de Maryland, en los Estados Unidos, ha llevado a cabo un proyecto piloto para el uso de drones en el transporte de órganos para transplantes.
En este ensayo se ha utilizado una aeronave no tripulada para el transporte de un riñón humano sobre una zona muy densamente poblada. El dron realizó un vuelo con una trayectoria automática a unos 122 metros de altura en un tiempo de ocho minutos y medio, durante el que los pilotos mantuvieron en todo contacto visual en todo momento con el aparato y que, además, implicó el bloqueo por la policía de la ciudad de Baltimore de las calles que sobrevoló el dron durante su trayecto.
De igual modo, el cofre que equipaba el dron se ha dotado de sensores avanzados que permiten controlar y monitorizar a distancia la temperatura, humedad, presión y otros parámetros importantes en las condiciones del órgano.
Los equipos que han realizado este piloto estiman que el uso de los drones para el transporte de órganos humanos para transplantes puede hacer que se gane velocidad en un proceso vital, que se mejoren las condiciones de acceso a los órganos y la seguidad, con el fin de mejorar las condiciones de la intervención quirúrgica y, en última instancia, la salud de los pacientes.