DNV GL busca un modelo más eficaz para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero del sector

Es necesario reconocer las diferencias de los segmentos que forman parte del transporte marítimo, para buscar soluciones adaptadas a cada uno de ellos.

11/06/2017 a las 22:46 h

Nuevos límites de la OMI a las emisiones de azufre en el transporte maritimo Actualmente, la flota mundial se divide en 47 tipos de buques.

Low Carbon Shipping Towards 2050que se puede descargar en este enlace(disponible en inglés, en formato pdf, de 32 páginas y 13 Mb).

DNV GL ha publicado recientemente un informe que evalúa la potencial reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo de cara a 2050 basándose en un nuevo modelo, que evalúa varios escenarios tanto para los buques a título individual como para la industria en su conjunto, y analiza diversas soluciones para reducir los gases de efecto invernadero.

A pesar de los retos a los que se está enfrentando el sector, la agencia de certificación considera que es posible disminuir sustancialmente las emisiones contaminantes a la atmósfera, siempre que se adopte y desarrolle una estrategia viable dentro de la propia industria.

No obstante, para que estas medidas tengan los efectos deseados, es necesario reconocer las diferencias de los segmentos que forman parte del transporte marítimo y la necesidad de desarrollar soluciones apropiadas para los diferentes tipos de buques y operaciones.

Reducir las emisiones de cara a 2050

El informe 'Transporte Bajo en Carbono de cara a 2050' (Low Carbon Shipping Towards 2050) pretende analizar de forma realista la reducción de los gases de efecto invernadero derivados de las operaciones del transporte marítimo, considerando los diferentes posibilidades de crecimiento en las distintas actividades del sector.

El documento recoge que el nivel de disminución de este tipo de emisiones dependerá, principalmente, de la disponibilidad de las soluciones tecnológicas, de su potencial de reducción y de su tasa de absorción. A su vez, la puesta en marcha de estas tecnologías dependerá del coste y el retorno esperado, y de las previsiones de inversión de los armadores.

Todos estos aspectos están recogidos dentro del modelo desarrollado por DNV GL, que ha utilizado datos AIS para establecer una cantidad base para el consumo de combustible y emisión de gases de efecto invernadero. Actualmente, la flota mundial se divide en 47 tipos de buques, basándose en el tamaño y modelo, y cada uno de ellos tiene un consumo de combustible estimado por embarcación.

Así, para cada uno de los tipos de buques, la agencia de certificación ha realizado un cálculo coste-beneficio para un conjunto de operaciones de combustible alternativo y de medidas de eficiencia energética con el fin de calcular el consumo de combustible y emisiones de estas embarcaciones.

Lo más leído