Las tasas de flete en el mercado de contenedores han repuntado a principios de 2018, lo cual no debería ser una sorpresa para nadie. Cada año, lo hacen en las líneas clave Este-Oeste antes de la celebración del año nuevo chino, que suele coincidir con el final de enero o las dos primeras semanas de febrero.
El cierre de las factorías del país durante las fiestas supone que los cargadores deben embarcar sus productos antes de tiempo, un hecho que impulsa la demanda y eleva los precios, según explica el último informe de la consultora Drewry.
A día 8 de febrero, la media en estas conexiones se situaba en los 1.512 dólares/FEU (1.232 euros), un 25% por encima de las cifras de finales de 2017. Los incrementos que se han producido han sido similares a los de estas fechas en los dos años anteriores.
Para las navieras, es importante aumentar sus ingresos durante este periodoporque durante las fiestas, la caída puede ser igual o mayor que el avance previo. Ya en 2013 y 2015, el incremento en las tarifas fue muy pequeño, y en la primera ocasión no supuso un gran problema ya que el descenso posterior fue menos pronunciado, pero en 2015, el golpe fue más duro.
El escenario fue peor en 2016, cuando tras crecer un 24% las tarifas antes del año nuevo chino, cayeron un 41% al terminal las festividades. Tanto en 2015 como en 2016, esto supuso que las tarifas medias se redujeron un 25%, lo cual fue especialmente llamativo para el mercado transpacífico, ya que los precios al finalizar este periodo definen el marco de referencia para las negociacionesde los contratos anuales.
En cambio, 2017 ha supuesto un respiro para las navieras, dado que los incrementos previos a las fiestas han superado la disminución posterior, quedando los precios finales 100 dólares (81 euros) por encima, generando una situación más estable para la negociación.
Previsiones para 2018
Respecto a 2018, cabe preguntarse si el retroceso será tan pronunciado como en 2016 o si se logrará revertir la tendencia. Para tratar de responder esta pregunta, la consultora ha estudiado las condiciones de la oferta y la demanda de los primeros trimestres de los últimos años.
En 2012, cuando los precios aumentaron antes y después del año nuevo chino, había un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda. Para ello, fue fundamental que las navieras realizaran ajustes en su capacidad, eliminando el tonelaje sobrante en las conexiones entre Asia y Europa y las rutas transpacíficas para impulsar el mercado, lo que les permitió reactivar la flota inactiva.
Sin embargo, para 2018, se espera que las condiciones sean similares a las de 2016, lo que implica que los operadores tendrán que reducir los precios en gran medida nada más finalizar las fiestas. Esto no significa que vayan a mantenerse a la baja durante todo el año, ya que está previsto un ligero incremento.
Aunque las navieras recibirán mucho tonelaje nuevo en 2018, suavizarán el impacto que pueda tener en el mercado enviando más buques al desguace o incluso aplazando algunas entregas y si fuera necesario, reactivando la flota inactiva, que se mantiene por debajo del 2%.
Es más, las escalas canceladas seguirán siendo una parte importante de su estrategia para prevenir que los factores de carga caigan en determinados meses. Los precios se reducirán drásticamentetras el año nuevo chino, pero volverán a aumentar más adelante.