El Baltic Dry Index ya ha caído por debajo de los 300 puntos. El viernes 5 de febrero, el índice ya está en 297 puntos, un 5,9% por debajo del nivel del 29 de enero, cuando marcaba 317 puntos. Además, supone un 75% menos que la cifra más alta entre febrero de 2015 y febrero de 2016, que fue de 1.222 puntos, alcanzada el 5 de agosto de 2015.
La caída del BDI está siendo imparable, desde, prácticamente, agosto de 2015. Sólo a finales de septiembre, octubre y noviembre, el índice ha mostrado ligeras subidas, aunque no lo suficientemente fuertes como para contrarrestar su caída general.
Además, el nivel tan bajo, el mayor alcanzado desde la creación del índice en 1985, coincide con la llegada del Año Nuevo Chino, una festividad en la que una buena parte del comercio mundial se ralentiza. En general, la caída se produce por el exceso de oferta y la falta de demanda de transporte de graneles secos agravado todo ello por una desaceleración económica en China.
Por otro lado, el índice se sitúa un 46% por debajo del nivel marcado el 6 de febrero de 2015, cuando marcaba los 559 puntos. Pocos días después, también en febrero, el BDI caía hasta los 509, el nivel más bajo registrado hasta entonces.
El índice ha caído un 87,2% con respecto al máximo de 2.330 puntos de los últimos cinco años, alcanzado en diciembre de 2013.
Asimismo, el 20 de mayo de 2008, el índice alcanzó su máximo histórico desde su introducción en 1985, alcanzando los 11.793 puntos, algo impensable en estos momentos.