El consejo de administración de Renfe aprueba este martes su división en cuatro sociedades independientes

Con esta nueva estructura de holding, la operadora pública que preside por Julio Gómez-Pomar aspira a estar en condiciones de competir en un mercado que se abrirá a la competencia privada el próximo 31 de julio.

25/06/2013 a las 1:06 h

Tren de Renfe Mercancias

Este martes está previsto que el consejo de administración de Renfe de luz verde al proyecto de reestructuración del operador público que implica su segregación en cuatro sociedades independientes. De esta forma Renfe se convertirá en un holding y todas la filiales dependerán de una misma matriz y asumirán su parte correspondiente de los casi 5.000 millones de deuda que arrastra la compañía.

El siguiente paso es que la decisión sea ratificada en por el Consejo de Ministros, visto bueno que podría suceder a mediados del próximo mes de julio.

Como ya se ha señalado en anteriores ocasiones, con esta nueva estructura de holding, la operadora pública que preside por Julio Gómez-Pomar aspira a estar en condiciones de competir en un mercado que se abrirá a la competencia privada el próximo 31 de julio. A partir de esa fecha, cualquier privado podrá ofrecer transporte de viajeros en tren, siempre y cuando disponga de preceptivo título habilitante que concederá el ministerio de Fomento. Además, la apertura de la liberalización será gradual y por fases, según han matizado la propia ministra de Fomento, Ana Pastor.

Filiales que ya nacen "endeudadas"

Así, cada una de las nuevas mercantiles asumirá una parte de la actividad que actualmente desarrolla Renfe. En concreto, una se encargará del transporte de viajeros, otra de las mercancías y una tercera de la actividad industrial de los talleres. La cuarta asumirá una nueva actividad hasta ahora desconocida en Renfe, el alquiler a los futuros operadores privados del material que tenga “ocioso” y sin utilizar, para que sean estos los que lo pongan en valor.

El funcionamiento de cada una de esta filiales será autónomo y contarán con personal propio, y se encargarán de su propia actividad comercial y de producción. Además, tendrán que hacer frente a la parte correspondiente de la deuda de 5.000 millones que arrastra la compañía pública. En manos de la matriz quedaran las compras, las provisiones y todo lo relacionado con los servicios jurídicos, publicidad, sistemas informáticos y proyectos internacionales.

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