El crecimiento del mercado de vehículos eléctricos no puede depender de la oferta de recarga pública

Es esencial la instalación de cargadores privados en los aparcamientos de las comunidades de vecinos o de las casas, y en los puestos de trabajo, para complementar la oferta pública.

09/12/2021 a las 14:44 h

La patronal de los concesionarios españoles, Faconauto, prevé que se alcancen los 23.000 vehículos eléctricos puros vendidos en el país en 2021, lo que supone un 50% más que el año anterior. Sin embargo, esta cifra representa solamente un 2% de las matriculaciones.

Uno de los principales inconvenientes para que este mercado se desarrolle es la falta de infraestructuras de carga adecuadas, pues según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, Acea, en España existen solamente 7.500 puntos de recarga públicos,.

Este número es muy bajo, según refieren desde el fabricante de cargadores Charge Amps, pues queda lejos de los 70.000 cargadores de Países Bajos, los 46.000 de Francia o los 45.000 de Alemania.

Ampliar el número de puntos de carga es esencial para fomentar la implementación de los vehículos eléctricos en España, pues aunque está aumentando su instalación en gasolineras, estaciones de servicio y otros puntos clave, la mejora debe complementarse también de forma privada.

El crecimiento del mercado del vehículo eléctrico no puede depender totalmente de la oferta de recarga pública, por lo que es esencial la instalación de cargadores privados en los aparcamientos de las comunidades de vecinos o de las casas, y en los puestos de trabajo.

España aspira a superar los 100.000 cargadores para vehículos eléctricos en 2023 y los 340.000 en 2030. Según Charge Amps, para conseguirlo es clave aprovechar las ayudas del plan Moves III, que pueden financiar hasta un 70% de la instalación de un cargador eléctrico. Esto invita a preparar los garajes para el futuro y a que las empresas puedan mejorar sus instalaciones y contribuir activamente al cambio.

Disponer de una estación reduce el tiempo de carga y evita la saturación de la instalación doméstica o comunitaria que pueden provocar los cables proporcionados por los fabricantes, que se conectan directamente a las tomas de 230 V.

Además, los puntos de recarga inteligentes y conectados proporcionan un control total sobre la carga, que puede programarse en las horas donde la energía es más económica, calculando el consumo total, o activarse y desactivarse de forma remota.

 

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