Francia es el primer país del mundo que ha aceptado la entrada de drones en su espacio aéreo. Más de 200 operadores ya han recibido sus permisos de vuelo y 15 empresas están autorizadas para construirlos, pero el sector, que ya ha generado más de 50 millones de euros, seguirá expandiéndose y multiplicando estas cifras de cara a 2025.
Lo mismo sucederá en Estados Unidos, donde se han recibido las primeras licencias a finales de 2015 y se espera alcanzar una facturación de 5.000 millones, ya que aunque es una tecnología en fase experimental, podría llegar a ser muy común en pocos años.
De hecho, la oferta de este tipo de aeronaves aumentará, así como sus capacidades, pudiendo entregar paquetes en un área de 20 kilómetros alrededor del punto de partida, lo que supone una solución para acceder a zonas remotas y reducir el uso del transporte por carretera, mar o ferrocarril.
[sumario]Los drones son dispositivos que requieren una importante inversión, pero pueden aportar numerosas ventajas.[/sumario]
Sin embargo, su utilización supone un peligro potencial para las personas, por lo que es preciso contar con la supervisión de un operador. Así, aunque la irrupción de esta tecnología es una amenaza para ciertos puestos de trabajo, también va a contribuir al desarrollo de nuevas posiciones.
Esto exigirá un esfuerzo a nivel de formación por parte de las empresas, ya que actualmente, la manipulación de los drones requiere unos conocimientos similares a los que tienen los pilotos de avión.
Nuevas funciones
Se trata de dispositivos que requieren una importante inversión, pero pueden aportar numerosas ventajas, además de facilitar la entrega de pedidos. Así, permiten optimizar el transporte interno y la gestión de inventarios, entregar ayuda humanitaria en zonas no seguras o incluso tomar fotografías a gran altura.
En cualquier caso, las futuras ofertas de trabajo relacionadas con las aeronaves no tripuladas estarán principalmente vinculadas al ámbito del comercio electrónico. Esto supondrá la contratación de pilotos especializados y de ingenieros dedicados a la construcción y reparación de los drones, o al desarrollo de 'software' específico para adaptar el dispositivo a las diferentes tareas.