Superado el Año Nuevo Lunar, el transporte marítimo internacional afronta un período más o menos tranquilo hasta la llegada de la temporada alta veraniega.

Durante los últimos siete días, la incertidumbre sobre el futuro de la evolución de la economía a lo largo de 2023, con dudas sobre una posible recuperación para la segunda mitad del año, y la debilidad de la demanda han acentuado la caída de los fletes marítimos internacionales.

Al tiempo, también se espera la entrega de nuevos portacontenedores a diferentes navieras a partir de marzo, aunque también parece que algunos pedidos se habrían retrasado para evitar aportar al mercado una demanda que no es necesaria.

En este sentido, algunos analistas señalados por Freightos calculan que las peticiones de retrasar las entregas de nuevas embarcaciones alcanza a un 25% del total de pedidos. En paralelo, parece que se está incrementando el achatarramiento de las unidades más viejos para reducir la capacidad y evitar mayores caídas en los precios.

Así pues, el análisis de Freightos apunta que los fletes han retrocedido un 1% en la última semana a escala global para situarse un 80% por debajo de los valores de hace un año.

De manera particular, los precios de los servicios entre Asia y la fachada oeste norteamericana han disminuido un 4% semanal y un 92% anual, mientras que los de los trayectos desde el continente asiático a la costa este de los Estados Unidos se han incrementado un 1% en la última semana, aunque caen un 85% anual.

Por otra parte, las tarifas de los enlaces entre Asia y el norte de Europa se colocan un 8% por debajo de los hace una semana y un 81% por debajo de los de hace un año. A su vez, los fletes de las rutas entre el norte de Europa y la costa este estadounidense se han incrementado un 3% semanal, pero caen un 29% en cómputo anual.