El frigo en el alambre

Ya antes de la crisis se notaba cierto deterioro entre los activos de algunas de las principales empresas españolas de transporte frigorífico que podría obedecer a una etapa de ajuste, a la que ha seguido el mazazo de la pandemia, mientras se pone la atención en una recuperación no exenta de amenazas.

08/10/2021 a las 0:22 h

El golpe de la crisis sanitaria es un hecho incontrovertible. Además, en el caso del transporte de mercancías a temperatura controlada, ya antes de la llegada de la pandemia, las cuentas del sector reflejan ciertas turbulencias que llaman la atención.

En concreto, en 2019 se registraba ya un deterioro más que evidente de los activos de las principales empresas del sector, que, sin duda, podría ser extensible a todo este segmento de actividad de transporte y que podría venir a demostrar negro sobre blanco las dificultades que tenían muchas empresas para competir en un mercado extraordinariamente agresivo por lo que respecta a precios y muy fragmentado desde el punto de vista del tamaño empresarial.

Así pues, en un año aparentemente bueno, en el que la cifra de negocio de todo el transporte de mercancías por carretera se había incrementado un 5,03% y las toneladas transportadas habían crecido un 4,56%, los activos de las 50 empresas de transporte de mercancías por carretera a temperatura controlada han disminuido un 0,86%.

El retroceso es menor, pero significativo, porque muestra las turbulencias que agitan a este segmento en un escenario marcado, además, por la transformación digital y el cambio de modelo energético, transiciones que se están produciendo en los últimos años y que vienen impulsadas por los grandes clientes del sector, multinacionales y exportadores que cuentan con un gran poder de negociación.

Comportamientos heterogéneos

Analizados los datos más en detalle, entre las empresas que componen el TOP50 del transporte frigorífico español se han dado en 2019 comportamientos muy diversosen cuanto a sus activos, incluyendo grandes incrementos y grandes ascensos que reflejan el devenir de las compañías del sector ese ejercicio.

En concreto, estas 50 grandes empresas suman activos por valor de 1.729,4 millones de eurosen 2019, frente a los 1.744,4 de un año antes, en 2018.

Con más detalle, parece que la caída en los volúmenes de activos que se ha registrado en 2019 ha tenido mayor incidencia entre las más grandes empresas del sector.

En concreto, las cinco primeras empresas de transporte frigorífico del país sumaban en 2019 unos activos totales de 633,34 millones de euros, cifra que supone un retroceso de un 1,19% con respecto a un año antes.

[sumario]Tras la pandemia, los fondos europeos de recuperación pueden generar una mayor actividad económica, aunque existen amenazas como la inflación o el aumento del precio de la energía”[/sumario]

Así mismo, las diez empresas más grandes del segmento de transporte a temperatura controlada acumulan activos en 2019 por valor de 964,87 millones de euros, lo que implica una caída con relación a 2018 de un 5,6%.

Pese al leve deterioro de los activos registrado en 2019 entre el TOP 50, la mayor parte de las empresas que componen el TOP50 del transporte frigorífico español han presentado evoluciones positivas.

De hecho, solo 15 de todas ellas han visto cómo se han reducido sus activos entre 2018 y 2019, aunque algunos casos han sido tan significativos que han tirado del grupo compuesto por las 50 más grandes, hasta llevarlas a la evolución negativa.

En el extremo contrario, también se han producido reseñables incrementos de los activos de algunas compañías de transporte frigorífico, tanto en la parte alta de la tabla, como en el resto de posiciones, que obedecen a la evolución de un año bueno en apariencia como fue 2019.

En definitiva, parece que 2019 ha sido un año de ajustepara las principales empresas de transporte a temperatura controlada del país.

Dificultades en 2020 y 2021

En este contexto tan heterogéneo se hace dífícil anticipar la evolución seguida en 2020, año en el que además ha impactado de lleno la pandemia y las medidas restrictivas de la movilidad tomadas durante el segundo trimestre que han condicionado la oferta y la demanda, no solo hasta antes del verano, sino incluso en todo el ejercicio.

De momento sabemos que el transporte de productos agrícolas y alimenticios se ha reducido un 1,06% con relación a 2019 y que la cifra de negocio del sector ha tenido un comportamiento plano con un imperceptible ascenso de un 0,03%.

Con respecto a la actividad del frigo en 2021, cabe decirse que es otro año marcado por la crisis sanitaria.

Así, tras un comienzo de año dubitativo, parece que los avances en las campañas de vacunación han permitido un control más exhaustivo de la pandemia y, con esta tendencia, una mayor vitalidad económica, que ha hecho que la cifra de negocio del conjunto del transporte de mercancías por carretera españolpresente un crecimiento anual de un 16,13% durante el primer semestre de este ejercicio, aunque se compara con el desastroso primer semestre de 2020.

En idéntico sentido, las toneladas transportadas en los tres primeros meses de 2021 se han incrementado un 4,42% anual.

Sin embargo, pese al crecimiento general, el transporte de productos agrícolas y alimenticios evoluciona a la baja con fuerza, con un retroceso de un 10,24% frente al período que fue de enero a marzo del año pasado.

En definitiva, los tiempos avanzan entre turbulencias, como demuestran algunos movimientos que se producen en el sector, como, por ejemplo, la fallida salida a Bolsa d Primafrío, que no ha encontrado un clima favorable.

En este contexto, las empresas tienden a contener al máximo la inversión y el empleo, tal y como demuestran en el caso del transporte las matriculaciones de vehículos industriales y, especialmente, la contratación de conductores profesionales, en la que abunda la temporalidad.

Es muy posible que en los próximos meses, el dinero de los fondos europeos de recuperación permita generar actividad económica, aunque en el ambiente flotan amenazas como la inflación, el incremento en los precios de la energía o la debilidad en la demanda de unos hogares que, según parece, prefieren ahorrar por si las cosas aún se presentan más crudas.

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