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Volvo se ha convertido en el primer fabricante en poner a prueba un camión completamente autónomo a 1.320 metros bajo tierra. Lo ha hecho en las minas de Kristineberg, al norte de Suecia.
En el marco de un proyecto desarrollado para mejorar el flujo de transporte y la seguridad en la mina sueca, el camión de Volvo ha recorrido siete kilómetros en esta prueba en un entorno oscuro y desafiante, en el que todos los sistemas deben funcionar a la perfección.
El fabricante ha incorporado el equipamiento necesario para este proyecto piloto a un Volvo FMX. El vehículo dispone de sensores que examinan continuamente el entorno y evitan tanto obstáculos fijos como móviles.
Además, un ordenador de abordo recoge toda una serie de parámetros para optimizar el consumo de combustible y coordinar la mejor ruta posible.