El puerto de Barcelona defiende el uso del hidrógeno como combustible

La tecnología de hidrógeno es ya bastante madura y viable económicamente para su generación, almacenaje y uso, tanto en el ámbito residencial e industrial como en el transporte terrestre o marítimo.

02/03/2019 a las 19:56 h

embarcacion-autonoma-de-toyota-propulsada-por-hidrogeno Los puertos han de jugar un papel protagonista en el desarrollo de políticas para reducir el impacto del transporte en el medio ambiente.

El hidrógeno está consolidándose cada vez más como una alternativa sostenible y competitiva a los combustibles tradicionales, gracias a los avances y soluciones tecnológicas desarrolladas en los últimos años. Así se ha puesto de manifiesto en una jornada celebrada en el puerto de Barcelona para explicar sus posibilidades en los puertos y ciudades.

Se trata de una fuente de energía limpia que ya ha comenzado a probarse en diferentes ámbitos, como el del transporte. De hecho, se están llevando a cabo proyectos de generación de energía, transporte y almacenaje de hidrógeno que demuestran que puede convertirse en una alternativa eficiente y competitiva a otros tipos de combustible.

Durante la jornada, se han presentado algunos de ellos, como el de Toyota para la propulsión de vehículos, maquinaria, trenes o camiones de gran tonelaje de Toyota, la iniciativa 'Fuel Cells Energy' en los puertos californianos para el suministro y promoción del hidrógeno como combustible de cero emisiones, o el piloto CoSin de RIS3CAT Energía para la generación de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno y biogás.

También destaca el proyecto Big Hit en el que participa la Fundación del Hidrógeno de Aragón, que pretende generar hidrógeno con energías renovables para posteriormente obtener electricidad a través de una pila de combustible, o el H2Gas de Enagás, para la generación de hidrógeno renovable y su distribución a través de gasoductos.

Plan de Mejora de la Calidad del Aire

Los puertos, como principales nodos de las cadenas logísticas globales, han de jugar un papel protagonista en el desarrollo de políticas activas y efectivas para conseguir reducir el impacto del transporte en el medio ambiente.

El de Barcelona lleva muchos años trabajando en la minimización de las emisiones que genera su actividad, con acciones concretas incluidas en su Plan de Mejora de la Calidad del Aire, que se han materializado en diferentes iniciativas que utilizan el GNL y comportan una importante reducción muy importante de los gases contaminantes.

La tecnología de hidrógeno es ya bastante madura y viable económicamente para su generación, almacenaje y uso, tanto en el ámbito residencial e industrial como en el transporte terrestre o marítimo.

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