Un total de 2,7 millones de cruceristas pasaron por el puerto de Barcelona en 2017.
El tráfico de cruceros está viviendo una época dorada en el puerto de Barcelona, que ha aprovechado el tirón turístico de la Ciudad Condal para hacerse con un hueco importante en los tráficos cruceristas del Mediterráneo occidental.
En 2017, por la dársena catalana pasaron más de cuatro millones de pasajeros, de los que 2,7 millones fueron cruceristas, un 1% más que en 2016, con una fuerte reducción de la estacionalidad, ya que durante la temporada baja el número de pasajeros de cruceros creció un 13%, según los datos que maneja la Autoridad Portuaria.
Estos volúmenes marcan la necesidad de infraestructuras capaces de soportar estos tráficos y dar servicio. Ante esta situación, la Autoridad Portuaria de Barcelona ha anunciado la apertura de licitación del contrato para realizar nuevas obras de ampliación del Muelle Adosado, correspondientes a la segunda fase B de estos trabajos, que incluyen labores de elaboración de la superestructura de la instalación, así como de pavimentación .
El expediente cuenta con un presupuesto base de licitación de 21.175.000 euros y un valor estimado de 17,5 millones de euros.
El Muelle Adosado del puerto de Barcelona acoge gran parte del tráfico de cruceros del enclave barcelonés y cuenta con cuatro terminales actualmente. Las terminal A y B cuentan cada una con una superficie de 6.500 m² y una línea de atraque de 1.379 metros, la C ocupa otros 4.100 m² con una línea de atraque igual a las de las dos anteriores, mientras que la D tiene una superficie de 10.000 m² y una línea de atraque análoga a las otras tres.