Las empresas del puerto de Bilbao mantienen su apuesta por el uso del ferrocarril como medio de transporte para la recogida y distribución de mercancías en su zona de influencia más lejana.
Durante el ejercicio anterior, cerca de 1.182.000 Tn han utilizado el ferrocarril para entrar o salir directamente de las terminales portuarias. De ellas, unas 260.000 Tn corresponden a mercancía convencional y líquidos, y alrededor de 922.000 Tn a mercancía en contenedor, lo que equivale a unos 70.000 TEUs.
Estas cifras mantienen el uso del ferrocarril en un 7% sobre el total de mercancías que podrían entrar o salir por transporte terrestre. Aproximadamente, el 52% del tráfico del puerto de Bilbao son mercancías que se cargan o descargan desde las instalaciones de las empresas industriales o de distribución, sin necesidad de utilizar el transporte terrestre.
Respecto a la mercancía contenerizada, el porcentaje de utilización del ferrocarril aumenta hasta el 15%.
Crecimiento del uso del ferrocarril
Entre 2010 y 2011 se ha producido un incremento del 12,4% en el uso del ferrocarril con origen o destino a las instalaciones portuarias.
Entre otros motivos, este crecimiento se debe al trabajo que están realizado varios operadores ferroviarios por dar un servicio integral y competitivo a los clientes de Bilbao desde o hacia: Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Burgos, Vitoria o Sevilla. Estos operadores son: MacAndrews, Trans European Transport, Coonsginaciones Toro y Betolaza y Renfe.
Asimismo, a estos servicios se han unido las dos salidas semanales puestas en circulación por MacAndrews tanto con Burgos como con Zaragoza, y se esperan, para el nuevo semestre, nuevos servicios.
Esta actividad ferroportuaria se completa con la oferta que Renfe Operadora mantiene desde la estación Bilbao- Mercancías en el linde del puerto, que al año pasado sumó un tráfico contenerizado de 20.934 TEUs.
Menos emisiones de CO2
La frecuencia y regularidad de los servicios ferroviarios con origen o destino el puerto de Bilbao facilitan unos tiempos de tránsito multimodales ajustados.
Por ejemplo, Sevilla- Birmingham lleva del orden de cinco a seis días, lo que permite a las empresas cargadoras apostar por un servicio que mitiga la huella del carbono derivada del transporte.
Un vehículo pesado con 20 Tn de carga que realiza la ruta Sevilla- Birmingham alcanza una emisión de 2.321,04 kg de CO2, frente a los 465,1 kg que emite el servicio intermodal para el mismo volumen transportado. Esto significa una reducción de 1.855,9 kg y unos 850 euros menos en términos de costes indirectos (medioambientales).