El puerto de Sevilla recibe una segunda oferta para explotar el astillero

Si la Autoridad Portuaria da su visto bueno a las condiciones de la solicitud, se vería obligada a convocar un concurso público para adjudicar la explotación de las instalaciones.

07/06/2013 a las 2:49 h

astilleros sevilla

La sociedad limitada Sevilla Shipyard solicitó hace un mes autorización para explotar 11.000 m² del astillero con un negocio de reparación de buques, tras esta petición se abrieron las solicitudes para la explotación del astillero.

La sociedad Astillero del Guadalquivir, una empresa andaluza, ha hecho lo propio dentro del trámite de competencia de proyectos habilitado por la Autoridad Portuaria al ser formalizada una primera propuesta.

El presidente del organismo portuario, Manuel Fernández, ha concretado que la propuesta fue formalizada este pasado miércoles y todavía es necesario "estudiar su viabilidad económica y financiera y su solvencia".

Si la Autoridad Portuaria da su visto bueno a las condiciones de la solicitud y "se estima que hay una concurrencia de competencia" entre las dos solicitudes, la Autoridad Portuaria se vería obligada a convocar un concurso público para adjudicar la explotación de las instalaciones.

De momento, la sociedad limitada Sevilla Shipyard, proyecta la creación de un negocio de reparación de naves que comenzaría a navegar con una inversión inicial de un millón de euros para generar unos 100 puestos de trabajo directos y hasta 700 indirectos operando sobre 11.000 m² del astillero sevillano.

Sobre la propuesta de Astillero del Guadalquivir, Manuel Fernández ha explicado que se dirige a "la construcción y reparación de barcos" y que la empresa procede de Andalucía, pero no de Sevilla.

Como es sabido, el astillero de Sevilla detuvo completamente su actividad el 31 de diciembre 2011 tras una larga agonía financiera y económica. Porque tras su segregación de la antigua sociedad naval Izar, extremo que separó al astillero hispalense de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el astillero entró en una lenta deriva hasta su adquisición por parte de los Astilleros de Huelva.

No obstante, el funcionamiento de los astilleros bajo la gestión de los empresarios onubenses tampoco prosperó y, finalmente, las instalaciones fueron clausuradas al finalizar 2011 al arrastrar la sociedad gestora una deuda de aproximadamente 193 millones de euros.

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