La Autoridad Portuaria de Valencia colaborará en las campañas puntuales de control de peso de los contenedores, con el fin de que no exceda la carga máxima legalmente autorizada, que la administración valenciana promoverá en los accesos del Puerto de Valencia.
De este forma, el puerto valenciano se suma a la concienciación que se están promoviendo en el entorno portuario internacional para alertar sobre los riesgos que el exceso de carga en el transporte genera en la cadena logística portuaria, un problema constatado de manera generalizada en el sector portuario internacional.
El Consejo Mundial de Tráfico Maritimo y la Cámara Internacional de Trafico Maritimo han emitido un requerimiento legal de carácter internacional a la Organizacion Internacional Maritima (OMI) para poner solución a un problema que afecta a la seguridad de transportistas, navieras y estibadores. Entre las soluciones propuestas por estos organismos, destaca la demanda a la OMI de controlar que el peso de los contenedores no exceda la carga máxima legalmente autorizada.
Además, la industria naviera y la Administración están realizando un importante esfuerzo para concienciar a todos los agentes implicados en el transporte y la logística portuaria sobre los riesgos que estas prácticas negligentes suponen tanto en seguridad, fraude económico y consecuencias medioambientales. En este sentido, la administración autonómica, a través de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente está promoviendo campañas de sensibilización entre los sectores implicados, transporte y logística.
Problemas de seguridad, fraude económico y efectos medioambientales
Se han identificado los principales riesgos que la sobrecarga de mercancía genera en la cadena logística portuaria en tres direcciones: seguridad, fraude económico y efectos medioambientales.
En seguridad, los riesgos más comunes son los accidentes en el transporte por carretera, la pérdida de estabilidad de los buques, el riesgo de caída de la mercancía por la borda o la posibilidad de sufrir lesiones por el personal que manipula los contenedores, principalmente.
Entre los riesgos que tienen que ver con el fraude económico, destacan la evasión de impuestos, las pérdidas económicas para las compañías navieras, las sanciones en las compañías de transporte por carretera o incluso la competencia desleal respecto a las empresas que cumplen, entre otros.
Por último, entre las consecuencias medioambientales derivadas del exceso de carga, destacan el consumo de combustible inadecuado y la emisión de mayor cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera, principalmente.