El transporte estadounidense se levanta contra los nuevos peajes impuestos a los profesionales del sector

El sector está dispuesto a pagar más en impuestos por unas buenas infraestructuras, pero no a ser "los únicos que paguen la factura en un programa recaudatorio para engrosar las arcas del Estado".

13/06/2018 a las 23:00 h

transporte-en-estados-unidos El establecimiento de peajes puede generar problemas de congestión en otras vías.

Si en España, los transportistas se han unido en 2018 contra los peajes guipuzcoanos y siguen reclamando sin descanso la eliminación de este tipo de medidas en ciertas vías, como la AP-7, en Estados Unidos tampoco se quedan atrás.

Los representantes de las Asociaciones Americanas del Transporte por Carretera, ATA, y la Asociación de Transporte por Carretera de Rhode Island, se han posicionado en contra de unos peajes "discriminatorios" en esta zona que solamente gravan la circulación de los profesionales del sector.

El esquema, que según los transportistas estadounidenses está mal concebido, "viola la Constitución interfiriendo en el comercio interestatal", pero pese a las advertencias realizadas hasta el momento a la administración, aún no han logrado resultados, por lo que ya han avisado de que seguirán luchando contra esta imposición con cualquiera de los métodos a su alcance.

Los camiones suponen solamente el 2% del tráfico registrado en las autopistas de peaje de Rhode Island, por lo que trasladarles a ellos el 100% de la carga correspondiente a los costes de las carreteras y puentes estatales es una mala decisión que afecta a toda la región.

Además, el establecimiento de peajes puede generar problemas de congestión en otras vías, dado que está demostrado que en estos casos, los conductores tienden a tratar de evitarlos utilizando otras carreteras.

Una medida ineficiente

En esta línea, desde ATA afirman que se trata de "una medida ineficiente, ya que hasta el 30% de los ingresos van a parar directamente a la administración" y señalan que genera un aumento de la inseguridad, al colocar obstáculos innecesarios en las autopistas que desvían el tráfico de carreteras más amplias y seguras a arterias de menor tamaño.

El transporte estadounidense está dispuesto a pagar más de lo que paga actualmente en impuestos por unas buenas infraestructuras, pero no a ser "los únicos que paguen la factura en un programa recaudatorio para engrosar las arcas del Estado".

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