El operador marítimo de contenedores NYK Line ha informado de una pérdida extraordinaria de 972 millones de dólares (881 millones de euros) por deterioro en sus buques portacontenedores. Esta pérdida representa casi una cuarta parte de los activos totales en su negocio marítimo, que se cifraban en 3.691 millones de euros a finales de marzo.
Según señalan desde Alphaliner, ésta es la mayor pérdida por deterioro de la industria del transporte marítimo de contenedores, superando las pérdidas de MOL de 454 millones de euros registradas a marzo de 2016 y las acumuladas por K-Line en su negocio de contenedores entre los ejercicios 2009 y 2016, que ascienden a 111,5 millones de euros.
Junto a estos operadores japoneses, la industria del transporte marítimo de contenedores no ha llevado a cabo, en términos generales, un saneamiento del valor de sus activos. De este modo, el valor contable de los buques, es decir, el importe neto con el que se registró, es mucho mayor a su valor real actual en el mercado.
De acuerdo con los expertos, asumiendo que la pérdida por deterioro en los portacontenedores de la industria sea del 25% sobre el total de los activos, como le ha sucedido a NYK Line, los 18 principales operadores del mundo se enfrentarían a pérdidas de hasta 31.700 millones de euros.
Por otro lado, si bien las pérdidas varían en función de la composición de la flota y la estrategia individual de cada operador, la situación de NYK Line podría desencadenar en una "nueva revisión de la valoración de los activos de portacontenedores que han caído a mínimos históricos", apuntan desde Alphaliner.
