Los cargadores tratan de evitar el bloqueo de sus mercancías o incluso su devolución con excusas como que la tinta de la documentación no es indeleble.
Los retrasos e incidencias en el Puesto de Inspección Fronterizo, PIF, del puerto de Vigo siguen generando gran preocupación entre los empresarios que utilizan sus instalaciones, especialmente entre los que se dedican al sector del congelado.
De hecho, algunos ha confirmado su intención de presentar recursos contencioso-administrativos ante la Justicia contra el Ministerio de Sanidad, una decisión que cuenta con el apoyo del presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, que cree que "no hay que ponerse de rodillas ante las Administraciones".
Además, según recoge La Voz de Galicia, López Veiga ha advertido de que estas denuncias pueden tener consecuencias, incluso de reclamación patrimonial, "que luego pagamos entre todos los españoles".
Desvío de mercancías hacia Portugal
Así, ha recalcado que lo que ocurre en el PIF de Vigo, donde se tarda una media de 48 horas en despachar los contenedores frente a las menos de 24 de otros como el de Leixões, en Portugal, "no es culpa de la Autoridad Portuaria ni de las empresas". No obstante, la situación está provocando cada vez más desvíos de mercancía hacia el puerto luso para poder garantizar su entrega en plazo.
De este modo, los cargadores tratan de evitar el bloqueo de sus productos durante días o incluso su devolución con excusas tales como que la tinta de la documentación no es indeleble, según ha explicado el presidente del puerto, que ha resaltado la pérdida de importaciones procedentes de China para evitar el excesivo celo de los inspectores del PIF vigués.
En total, la instalación portuaria podría perder unas 100.000 toneladas de pescado al añosi no se solucionan los actuales problemas, según recoge un informe encargado por la Autoridad Portuaria a una consultora externa y publicado a finales de mayo de 2017.