La Administración debería asegurarse de que la subcontratación se realiza en "unas mínimas, pero dignas condiciones".
Con motivo de la huelga de Transportes Pacholo, encargada del traslado de residuos sólidos urbanos hacia la planta coruñesa de Sogama, y tras confirmarse su intención de dejar de prestar este servicio, encargado por la UTE Renfe-Copasa-Logirail, la Federación Gallega de Transportes de Mercancías ha querido pronunciarse sobre la situación.
Desde Fegatramer denuncian que en la mayoría de los casos, cuando se contrata o adjudica un servicio, se toma la decisión final teniendo en cuenta principalmente el precio, lo cual pese a ser legal, puede traer consecuencias graves.
Esto es algo frecuente en el sector del transporte público de mercancías, lo que a medio y largo plazo puede llevar a que el operador final sea incapaz de realizar una "prestación viable" del servicio. La competencia da lugar en muchas ocasiones a unas "condiciones de trabajo que no son las deseables", con un mercado donde la oferta supera a la demanday siempre a la baja.
Aunque es cierto que los empresarios desarrollan su actividad en un mercado libre, sería interesante que a la hora de adjudicar un contrato, el precio no fuera siempre la razón fundamental, sino que también se tenga en cuenta la disposición de los medios para prestar el servicio.
Además, ante una posible subcontratación, la propia Administración debería asegurarse de que la subcontrata tenga los medios materiales y humanos adecuados, y de que la subcontratación se realiza en "unas mínimas, pero dignas condiciones" en todos los sentidos.
Las consecuencias de las malas decisiones, como explican desde Fegatramer, pueden ser un cliente sin servicio o con un servicio mal prestado, una empresa que pierde imagen y trabajo, o incluso unos conductores que pierden su trabajo. Con todo ello, el sector del transporte sigue perdiendo terreno ante otros modos "más protegidos y ayudados", que en la práctica son menos flexibles, rápidos y competitivos.