El ministerio de Fomento estudia la constitución de una empresa pública dependiente para que asuma la decena de autopistas que actualmente afrontan un riesgo de quiebra y su correspondiente deuda, por un total de unos 3.500 millones de euros. Según ha explicado la ministra de Fomento, Ana Pastor, en una entrevista en la cadena SER, con esta sociedad pública que su departamento baraja para asumir las autopistas en problemas se busca evitar que estas vías “quiebren y su deuda compute en el déficit".
El Estado, asegura Pastor, “tiene una responsabilidad patrimonial sobre las autopistas, de forma que si se deja caer una autopista, esa responsabilidad va al déficit". Por ello, “estamos ante un gravísimo problema y hay que darle una salida, y una salida razonable para todos", insiste la ministra.
En cuanto a las dos líneas de ayudas que hasta el momento se han articulado para dar una salida a este problema, como son los créditos participativos y las cuentas de compensación, la ministra cree que constituyen "un parche para hoy, pero no la solución al problema".
Pastor ha insistido que las causas de la situación de estas vías es la caída de los tráficos y el sobrecoste que afrontaron en las expropiaciones. "Algunos tribunales decidieron que un metro cuadrado de esos terrenos valía lo mismo que un metro cuadrado en la Gran Vía", apuntó al respecto.
De la decena de autopistas con problemas económicos y financieros, seis de ellas se han declarado ya en concurso de acreedores. Se trata de tres radiales de Madrid R-3, R-5 y R-4, además de la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda y la Cartagena-Vera. Entre las vías en dificultades también figuran la R-2 y la autopista al aeropuerto de Barajas.
A pesar de esta situación, Ana Pastor volvió a rechazar que el Gobierno sopese imponer peaje en las autovías actualmente libres de pago directo para el usuario. "Tenemos un sector de transporte, con muchos pequeños transportistas, en una situación que, en caso de imponer peaje les llevaría a cerrar la empresa", argumentó.