El Ministerio de Fomento ya tiene el mandato judicial para pasar a gestionar las radiales de Madrid R-3 y R-5 antes del mes de julio.
El Ministerio de Fomento pretende que las ocho autopistas de peaje quebradas y en liquidación que tendrá que asumir puedan pagar la deuda que soportan con los ingresos que generen por el cobro de peajes a los usuarios.
Así lo ha manifestado el secretario de Infraestructuras, Manuel Niño, que ha declarado que el objetivo es que las vías sigan en servicio para los ciudadanos y que desde el Gobierno "están preparados para ello".
Fomento presentó en 2012 una propuesta de convenio para las autopistas quebradas, que recogía su asunción a través de Seittsa tras refinanciar la deuda de 3.200 millones de euros que soportan y la articulación de "un instrumento financiero para devolver esa deuda con el cobro del peaje".
En ese sentido, Manuel Niño ha declarado que las actuaciones y negociaciones que se están llevando a cabo se están realizando en la medida de "sus posibilidades" y que se desarrollarán hasta que el concurso de acreedores en el que las vías están inmersas lo permita.
Asimismo, ha recordado que actualmente cuatro de las ocho concesiones de autopistas están ya en liquidación, y que en el caso de las radiales AP-36 y Ocaña-La Roda la decisión ya es firme.
El objetivo de Fomento de liquidar la deuda con los peajes coincide con el aumento de tráfico que el conjunto de autopistas ha registrado en los dos últimos años. Actualmente, el Ministerio ya tiene el mandato judicial para pasar a gestionar las radiales de Madrid R-3 y R-5 antes del mes de julio.
El importe que el Estado deberá pagar a los actuales concesionarios de estas vías por la inversión que han realizado en la construcción comenzará a calcularse una vez se liquiden y se rescinda el contrato de concesión. No obstante, el sector ha cifrado la factura en unos 5.000 millones, aunque Fomento considera que la cantidad será sustancialmente menor.