Un mes después de que General Motors pusiera en marcha un nuevo proyecto para el envío regular de vehículos a Valencia por vía ferroviaria a través de la línea Zaragoza-Teruel, el fabricante ha decidido aparcar esta operativa y volver a transportar los vehículos fabricados en la planta de Figueruelas, Zaragoza, a través de la línea de Tarragona.
Esta decisión ha sido tomada después de que el operador encargado del transporte recibiera una misiva de Renfe en la que solicitaban la utilización de trenes más cortos para evitar el retraso en los trenes de pasajeros que se venía produciendo, aunque desde la empresa públicaniegan haber exigido esta premisa, según recoge el Heraldo de Aragón.
Para el fabricante, enviar un menor número de vehículos en cada operación, al reducir el tamaño del ferrocarril, resulta menos económico que volver a enviarlos por Tarragona, a pesar de que esta línea férrea tiene 300 km más que la de Zaragoza-Teruel-Sagunto, más recta.
El problema de la infraestructura
La razón por la cual los trenes de GM obstaculizan el transporte de pasajeros es que los primeros circulan a una velocidad de 80 km/h, mientras que el resto del tráfico circula a 100 km/h.
No obstante, el problema no recae en el propio ferrocarril, cuyas prescripciones técnicas se conocen antes de autorizar su tránsito, si no en las carencias de la infraestructura de la línea férrea que pasa por Teruel, de vía única, sin electrificar y sin apartaderos en condiciones óptimas para permitir que los ferrocarriles de mercancías se retiren de la circulación en caso necesario.
Reclamaciones a la Administración
A pesar del nuevo convenio de colaboración firmado recientemente entre Fomento, el gobierno de Aragón y Adif, por el que se acordaba una inversión de 4,8 millones de euros para mejorar las instalaciones ferroviarias en esta línea, la decisión de General Motors ha puesto de manifiesto, para diversos partidos políticos y asociaciones de empresarios, las carencias que se vienen denunciando.
Para la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), este hecho "confirma" la demora de los compromisos de Fomento para realizar las inversiones que requiere la mejora de esta infraestructura. Una demora que denuncian por "atentar directamente a la competitividad de la economía valenciana", por lo que han recordado los resultados del estudio presentado en marzo sobre la inversión necesaria.
Por su parte, desde la Chunta Aragonesista consideran la "renuncia" de General Motors "otra prueba del mal estado de las vías" y de la "falta da inversiones públicas adecuadas".