Carta abierta del presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia

Gracias y enhorabuena por hacer fácil lo que no lo es

El presidente del puerto de Valencia muestra su agradecimiento a todos aquellos que hacen posible la recepción y traslado de mercancías y bienes y a todos los que arriman el hombro en beneficio de la colectividad.
26/03/2020 a las 0:27 h

El 27 de febrero se detectó el primer caso del Covid-19 en Valencia y el 13 de marzo se decretó el estado de alarma. Todavía no ha pasado un mes y a todos nos parece una eternidad. En este pequeño espacio temporal han pasado muchas cosas que han alterado nuestra valoración de las mismas y de las personas. La sanidad se ha mostrado como lo que es, la primera línea de defensa de la sociedad, y su esfuerzo, su profesionalidad y la entrega a su trabajo, lo están pagando con un alto coste personal. Justo es que lo reconozcamos.

Pero también ha habido un cambio drástico en la percepción de otras actividades: el personal que trabaja en los puestos de alimentación; cuerpos de seguridad; ejército; personal de limpieza; la logística… Profesiones muchas de ellas ignoradas, cuando no subvaloradas o criticadas sin ninguna consideración.

Desde la Autoridad Portuaria de Valencia queremos reconocer y agradecer a todos ellos por su trabajo, su esfuerzo, su dedicación, sin los cuales la sociedad no podrá superar esta crisis. Y, en particular, queremos poner en valor a todas las personas que trabajan a diario en nuestros puertos.

Puerta de entrada y salida

El 70% de lo que España no produce y tiene que importar lo hace a través de los puertos. Nuestros puertos son la puerta de entrada y salida de la mayor parte de nuestro comercio. En estos días observamos el papel crítico que están jugando a la hora de garantizar los productos de primera necesidad para abastecer nuestros mercados o llevar estos suministros a las comunidades insulares.

Ese valor y ese papel se constata en los espectaculares crecimientos que dichos productos están experimentando en nuestros tráficos. Ahora bien, las mercancías no se mueven solas. Detrás de esos flujos de bienes hay personas - está toda la comunidad portuaria - que hacen posible su recepción y traslado a los centros de consumo, estibadores, camioneros, prácticos, amarradores, remolcadores, policía portuaria, mantenimiento, navieras, transitarios y agentes de aduanas, servicios de inspección en frontera, personal de la APV, etc., todos arrimando el hombro en beneficio de la colectividad.

Y en algunos casos en condiciones precarias. Desde falta de material protector, hasta ausencia de áreas donde descansar, comer, asearse, controles, colas y tiempos perdidos. Esta también es nuestra primera línea de defensa frente a nuestras necesidades de abastecimiento.

A todos vosotros, gracias de corazón. Sin vuestro día a día, trabajo y esfuerzo, los puertos no tendrían razón de ser. Sois los que les dais vida y conseguís que cumplan su papel de servicio a la sociedad. La aparente normalidad que estamos viviendo en estas fechas tan complicadas en la operativa portuaria no es otra cosa que el producto del grano de arena que cada uno ponéis para hacer fácil lo que no lo es, y asumir los riesgos como si no existieran.

Por todo ello, otra vez gracias y enhorabuena por el trabajo bien hecho.

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