La AEC demanda una ley que obligue a las administraciones a mantener las carreteras

A través de internet, la Asociación Española de la carretera ha lanzado una petición a través de la cual alerta de la alarmante situación de mantenimiento que presenta la red de carreteras española.

21/05/2013 a las 8:42 h

AEC presenta un estudio sobre es estado de las carreteras españolas

La Asociación Española de la Carretera (AEC) reclama medidas urgentes que obliguen a conservar las carreteras y para ello ha lanzado esta petición a través del siguiente enlace donde toda persona que lo desee podrá sumarse esta petición firmando la misma.

En concreto la petición exige al Congreso de los Diputados que se tramite por procedimiento de urgencia, una Ley que obligue a las Administraciones Públicas a destinar anualmente los recursos necesarios para mantener las carreteras en un estado adecuado de conservación, tomando en consideración al valor patrimonial de la red.

La AEC también pide que se aborde de forma prioritaria y en plazos razonables la ejecución de las actuaciones precisas para revertir la alarmante situación de mantenimiento que presenta la red de carreteras española. Además, la asociación reclama en su petición que en el proceso de revisión y actualización del vigente Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024 (PITVI), se consigne la dotación presupuestaria destinada a su conservación asociando la misma a un porcentaje del valor patrimonial de la Red viaria.

La carretera, recuerda la AEC, “es el modo de transporte universal por excelencia; es el único servicio público disponible las 24 horas del día y los 365 días del año”. Aparte, es una de las fuentes más importantes de ingresos para las arcas públicas y, además, genera casi un millón de empleos directos y el doble de empleos indirectos.

Pese a ello, insiste la AEC, “asistimos con extrema preocupación a un deterioro sin precedentes de nuestras redes viarias, como consecuencia de la progresiva reducción de las partidas destinadas a su adecuado mantenimiento y conservación”.

Esta situación genera un sobrecoste muy importante para los ciudadanos que se traduce en un mayor riesgo de sufrir un accidente; mayores tiempos de recorrido; mayor sensación de incomodidad y pérdida de confort en la conducción; mayor gasto en combustible; mayor gasto en mantenimiento del vehículo o más emisiones nocivas a la atmósfera.

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