La globalización ha traído varios cambios en el comportamiento de las corporaciones empresariales gracias a la llegada de las nuevas tecnologías e Internet.
Una de estas novedades es la automatización, una tecnología, también conocida como el 'control de procesos automáticos', que implica el uso de distintos sistemas de control para la gestión de las operaciones con la menor intervención humana posible.
Esta tecnología, que en algunos procesos ya ha sido aplicada total o parcialmente, ofrece importantes ventajas para el sector logístico. Una de ellas es el incremento del servicio de atención al cliente, dado que la automatización permite que se pueda seleccionar el proveedor más adecuado para las operaciones.
Asimismo, también permite una reducción de los costes y del tiempo en los procesos mediante la combinación del uso de etiquetados automáticos y vehículos de guiado automático. La simulación de costes y embarques también reduce tiempo y dinero, y la visualización global de todos los procesos refuerza aquellos que menos eficaces.
La incorporación de las nuevas tecnologías posibilita una comunicación total entre dispositivos, permitiendo que se pueda acceder a un control de forma más sencilla, ofreciendo un control total de los procesos. Además, la automatización aporta una mayor velocidad y escalabilidad, lo que se traduce en un mayor flexibilidad y adaptación a cualquier necesidad.