El segmento de la carga seguirá beneficiándose del crecimiento cíclico de los volúmenes, que se han incrementado en 2017 como resultado de la necesidad de las empresas de reponer rápidamente el inventario para hacer frente a un posible aumento de la demanda. En 2018, estos ciclos de reposición serán más cortos, pero el e-commerce seguirá impulsando la carga aérea.
En este contexto, se prevé un incremento del 4,5% para la mercancía transportada, pasando de los 59,9 millones de toneladas movidas en 2017 hasta los 62,5 millones. No obstante, el segmento de la carga aérea repuntará un 4,5% en 2018, por debajo del 9,3% de 2017.
La fuerte demanda, el aumento de la eficiencia y la reducción de los intereses en los créditos bancarios ayudará a las compañías aéreas a mejorar su rentabilidad en 2018, a pesar del aumento de los costes. Será el cuarto año consecutivo de beneficios, con un retorno del capital invertido del 9,4%.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo, IATA, anticipa un crecimiento de los beneficios netos de esta industriahasta los 38.400 millones de dólares (32.633 millones de euros) en 2018, frente a los 34.500 millones (29.319 millones de euros) previstos 2017. El margen operativo descenderá ligeramente desde el 8,3% hasta el 8,1%.
Sin embargo, el sector también se enfrenta a algunos desafíos, como el aumento de los costes laborales, de combustible y de infraestructuras. Desde IATA recuedan que algunos de estos retos están en manos de los gobiernos, como la aplicación de estándares mundiales de seguridad o unos impuestos razonables, así como el desarrollo de una regulación más precisa y la puesta en marcha de una infraestructura rentable para absorber la creciente demanda.