El sector del transporte marítimo está asistiendo a una recuperación de la demanda en las líneas entre Norteamérica y la costa este de Sudamérica, pero el lento desarrollo de la economía, así como la incertidumbre política lo está haciendo todo más difícil.
El tráfico de contenedores desde la costa este sudamericana hacia Norteamérica se ha reducido un 1% en el primer trimestre de 2018, hasta los 137.000 TEUs. La gran mayoría de mercancías parten desde Brasil, con el 85% de cuota de mercado, dejando el resto a Argentina, Uruguay y Paraguay.
No obstante, entre enero y marzo la demanda en Estados Unidos de productos de Brasil se ha reducido para algunos de ellos, como la piedra, el hierro, el acero o el plástico. Por contra, los envíos de madera, que es la principal mercancía enviada desde el país sudamericano, ha repuntado un 15%.
En cuanto al tráfico de contenedores desde Norteamérica hacia la costa este de Sudamérica, ha aumentado un 2% en el primer trimestre, debido sobre todo al impulso de enero, cuando se registró un crecimiento del 20%.
Una vez más es Brasil quien se queda una mayor parte del pastel, ya que acumula el 70% de las importaciones. Se ha registrado un destacado crecimiento en las de combustibles fósiles, metales preciosos y productos químicos.
En general, la situación económica dificulta las predicciones en esta ruta. Aunque la Agencia Fitch ha rebajado la calificación crediticia de Brasil de BB a BB-, el Fondo Monetario Internacional, FMI, ha elevado sus previsiones de crecimiento para 2018 un 2,3% y un 2,5% para 2019.
Por su parte, la economía argentina se ha visto afectada por una sequía que ha ralentizado la producción agrícola y las reformas económicas no están surtiendo el efecto deseado. Hasta hace poco, su moneda se encontraba devaluada respecto al dólar, lo que ha impulsado al alza su deuda externa, sumándose a la elevada inflación, que se sitúa en el 25%.
Todo ello ha llevado a las autoridades a solicitar ayuda financiera al FMI. Desde Drewry, confían en que unas mejores condiciones climatológicas unidas a una menor volatilidad del peso argentino, conseguirán impulsar las importaciones y exportaciones de contenedores.
Cinco servicios semanales
Actualmente, existen cinco servicios semanales entre Norteamérica y la costa este de Sudamérica, cuatro de los cuales utilizan un total de 30 buques de unos 6.000 TEUs, mientras que el quinto cubre esta línea con nueve embarcaciones de 3.400 TEUs.
Desde abril de 2018, las principales navieras en esta conexión son MSC, que acumula el 30% de la capacidad, Hamburg Sud/Maersk Line, con un 27%, Hapag-Lloyd con un 23% y CMA-CGM, con un 15%.
Según la consultora, la capacidad aumentará en mayo y junio como consecuencia de la entrada de buques más grandes en el servicio GS1 de MSC, Hapag-Lloyd y la alianza ONE, pasando el tamaño medio de 6.100 TEUs a 6.230 TEUs.
La decisión es discutible, teniendo en cuenta que la oferta actualmente excede la demanda, pues las embarcaciones que cubren la línea de orientación sur viajan medio vacías, mientras que en la de orientación norte el nivel de ocupación no ha superado el 60% en 2017.
Con una utilización así, las tasas de carga tienden a mantenerse a la baja. Entre el puerto de Santos, en Brasil, y el de Nueva York, continúan en los 2.600 dólares (2.170 euros) en abril, mientras que entre Nueva York y Santos, se mantienen en los 1.200 dólares (1.001 euros).
Desde la consultora, confían en que la demanda mejore gradualmente a lo largo de 2018, pero teniendo en cuenta el exceso de oferta actual, es improbable que se registren cambios significativos en cuanto a las tasas de carga.