Los controles sólo se pueden realizar en horario de mañana, lo que limita las opciones para los barcos que operan fuera de ese horario.
El puerto de Tarragona podría ver limitada su creciente expansión en el tráfico de animales vivos, que el pasado año alcanzo las 253.000 cabezas. El presidente de la Autoridad Portuaria, Josep Andreu, ha manifestado que ”se trata de un tema que no está en nuestras manos, pero que habría que solucionar para no perder competitividad”.
El problema se centra en que los buques con este tipo de carga tienen que pasar por determinados controles de seguridad tanto en su llegada como en la salida del puerto. En el puerto de Tarragona, estos controles se realizan en horario de ocho de la mañana a tres de la tarde, de manera que los barcos que han de efectuar las operaciones por la tarde tienen que esperar hasta el día siguiente.
Como consecuencia de esta restricción de horarios, diez de los últimos 83 buques que han pasado por el puerto de Tarragona han cambiado su puerto de operaciones, optando por Cartagena,
El puerto de Tarragona ha logrado un posicionamiento notable en este tipo de tráfico, que ha experimentado un importante crecimiento en el último año. Los operadores en Tarragona son Transmar y Euromarco, y el destino de los tráficos es principalmente norte de África y Líbano.
El Ministerio de Agricultura incorporó modificaciones a las medidas de emergencia para prevenir la fiebre aftosa, que entraron en vigor a finales de noviembre debido a los casos de esta enfermedad detectados en el Magreb.
por este motivo se establecieron nuevas condiciones que deberán cumplir todas las importaciones de productos de origen animal obtenidos a partir de animales susceptibles a la fiebre aftosa procedentes de esta región, formada por Argelia, Libia, Marruecos y Túnez.