La tecnología RFID permite optimizar la logística del frío

El uso de etiquetas RFID con sensor de temperatura amplía el tiempo de calidad de los productos y optimiza su vida útil.

12/09/2012 a las 9:29 h

Almacén frigorífico.Para la correcta gestión de la cadena de frío es necesario un método de fabricación, almacenamiento y transporte de mercancías a una determinada temperatura, referido fundamentalmente a productos farmacéuticos y alimentos

Tradicionalmente, la temperatura de la mercancía se mide en distintos momentos y, según Pascal Durdu, director de Innovación de Zetes, “este proceso sólo ofrece un control parcial, aunque la temperatura sea la correcta a su llegada, no se puede asegurar la temperatura durante el transporte.” Una óptima gestión de la cadena de frío exige vigilancia, registro y documentación continua, posible gracias al uso de etiquetas RFID con sensor de temperatura.

Cadena del frío controlada

Actualmente, los retailers se ven obligados a rechazar productos cuando no se siguen las recomendaciones de temperatura. Descartan productos en perfecto estado, debido a que su fecha de caducidad ha vencido. Pascal Durdu explica que “obviamente la tecnología no puede mejorar la calidad de los alimentos, pero ayuda a retrasar su pérdida.”

Por ejemplo, cuando los plátanos no se transportan o almacenan en la temperatura adecuada, éstos pierden peso. El resultado es que su envase indica un peso mayor al que tienen en realidad. La temperatura también es fundamental para la fruta delicada, como las frambuesas, cuando no se manipulan a la temperatura correcta perecen con mayor rapidez.

Un sistema de gestión de la cadena de frío, basado en la lectura de etiquetas RFID con sensor de temperatura, es la solución a estos problemas de calidad. Pascal Durdu señala que “las etiquetas registran la temperatura del entorno del producto. El sistema recopila toda la información y avisa cuando la temperatura crítica está apunto de superarse, durante toda la cadena de suministro y con la participación de todas las partes interesadas.

De esta forma, es posible realizar mediciones en todo momento, evitando la pérdida de calidad y el malgasto. “Esta solución optimiza la vida útil de los productos por parte del retailer y supone una ayuda práctica en la toma de decisiones, dar salida primero a los productos que tengan una menor vida útil, en vez de limitarse a los procedimientos menos óptimos de dar salida según orden de entrada, conforme al modelo fifo, y a los productos que caduquen primero.

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