La UE acuerda avanzar en la liberalización del sector ferroviario

El objetivo de esta directiva es mejorar la competitividad del sector ferroviario en Europa y reducir su elevada fragmentación, lo que le coloca en una situación de desventaja frente a otros medios de transporte.

15/06/2012 a las 8:27 h

El proceso de liberalización de los ferrocarriles europeos comenzó en 1991, cuando se obligó a los Estados miembros a distinguir entre la gestión de la infraestructura y las compañías que la usan para transportar mercancías o pasajeros.

Once años después, las instituciones europeas han alcanzado un acuerdo informal para avanzar en la liberalización del sector ferroviario y crear un espacio único europeo para los trenes, tal y como anunció ayer el Parlamento Europeo.

No obstante, antes de su entrada en vigor, el acuerdo debe ser confirmado la próxima semana, y posteriormente recibir el respaldo final del Consejo y de la Eurocámara, previsto para la sesión plenaria de julio.

Las tres instituciones europeas, Consejo, Comisión y Parlamento, han logrado un acuerdo de última hora sobre las cuestiones más controvertidas, como los plazos para la puesta en marcha de la nueva normativa, y más en concreto para acordar fechas límites para dotar de mayor independencia a las autoridades reguladoras del sector ferroviario, algo que se pretendía retrasar por parte de los veintisiete estados miembros.

Además, la figura del regulador, que tendrá la capacidad de imponer multas si se incumple la normativa europea, ha salido fortalecida durante las negociaciones,  lo que  permitirá mejorar la competitividad y la transparencia de precios e inversiones en la red ferroviaria. También y en línea hacia un futuro órgano europeo con competencias propias que coordine y regule el sector, los reguladores nacionales se coordinarán en una "red" a la hora de tomar decisiones.

El paquete incluye también nuevas reglas sobre la financiación de las infraestructuras, para evitar que sean utilizadas para otros fines, como la prestación de servicios por parte de los operadores ferroviarios, así como sobre la fijación de cánones.

El objetivo de esta directiva, presentada en 2010 y que refunde en un solo texto las tres normativas anteriores, es mejorar la competitividad del sector ferroviario en Europa y reducir su elevada fragmentación, lo que le coloca en una situación de desventaja frente a otros medios de transporte como la carretera o la aviación.

A finales de este año, la Comisión Europea publicará una nueva reforma del sector ferroviario, en la que se incluirá la separación completa entre la gestión de la infraestructura y los operadores de servicio, según ha afirmado en reiteradas ocasiones el comisario de europeo de Transporte, Siim Kallas.

 

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