Los responsables de la Zona Franca están tratando de captar nuevos inquilinos.
La Zona Franca de Sevilla se encuentra pendiente de la aprobación de su ampliación por parte del Ministerio de Hacienda. Con el fin de hacerla más atractiva para los inversores, el Consorcio que la gestiona ha solicitado la ampliación del recinto para incluir los terrenos del polígono de Astilleros a finales de 2018 o principios de 2019.
De este modo, se están atendiendo las peticiones de las empresas que operan allí, como Tecade, Ditecsa, Megusa, Apimosa, Astilleros del Guadalquivir y Gonvarri, cuya intención es disfrutar de beneficios fiscales y favorecerse de la extensión del vallado para contar con la vigilancia de la Guardia Civil, que controlará la entrada y salida de mercancías y personas.
El objetivo es que la Zona Franca pase de los 720.000 m² a 1.120.000 m², lo que supondría un 55% más de suelo. Una vez que se logre la aprobación, el objetivo es ampliar el número de empresas que operan en el recinto, dándole un perfil "totalmente industrial".
También se ha solicitado la autorización de un régimen de financiación que garantice la viabilidad del complejo aduanero sin tener que depender del Estado, con lo que el mantenimiento y conservación del recinto se pagarían con el Impuesto de Sociedades de las empresas instaladas.
En este contexto, se está tratando de captar nuevos inquilinos y ya existen varias empresas que han mostrado su interés. No obstante, la instalación de nuevas compañías requerirá "entre tres y cuatro años de trámites" para la construcción del edificio y su puesta en marcha.
Mientras tanto, se ha recibido la solicitud de una empresa de la industria auxiliar para instalarse en el recinto, lo que supondría una inversión de 240 millones de euros, según recoge El Correo de Andalucía.
El proyecto planteado por la empresa, cuenta con el visto bueno del comité ejecutivo, por lo que podría ser la primera compañía en instalarse allí.