La Consejería de Territorio y Sostenibilidad de Cataluña y el Ministerio de Fomento han concluido un convenio para que los camiones a partir de 12 tn que hagan largos recorridos no puedan circular por la N-II entre Massanet de la Selva y La Junquera, un tramo de 100 km en la provincia de Gerona.
Tras esta prohibición, que comenzará a aplicarse el próximo 2 de abril, no han tardado en aparecer las primeras reacciones de las patronales del transporte que han rechazado totalmente esta medida.
Fenadismer ha criticado esta decisión alegando que nunca antes se había prohibido la circulación de vehículos de transporte en una carretera de ámbito nacional “teninedo en cuenta el caracter estratégico de dicha via al conectar el tráfico de mercancías de todo el Mediterráneo español y el centro de la Península con el resto de Europa”.
Abertis la gran beneficiada
Por su parte, Astic ha calificado esta decisión como una medida “que estrangula más si cabe al sector” ya que obligará a los transportistas a emplear la autopista de pago AP-7. En este sentido, Fenadismer ha reprochado que la gran beneficiada será la concesionaria de autopistas Abertis, que explota la autopista AP-7, el camino alternativo a la N-II, “que va a recaudar más de 12 millones de euros adicionales anuales” de los transportistas.
Según el director general de Astic, Ramón Valdivia, el coste total de combustible en el que incurren diriamente los vehículos que circulan por este tramo, rondan los 125.000 euros. “Con los impuestos especiales sobre el carburante que pagan los transportistas se podría haber desdoblado la carretera hace años y haber creado una variante específica para el tráfico de vehículos pesados”, ha puntualizado.
Bonificaciones o desdoblamiento de la N-II
Por todo esto, la federación va a solicitar al Ministerio de Fomento y a la Generalitat de Cataluña que reconsideren dichas medidas y en su lugar establezcan reglas económicas incentivadoras dirigidas al colectivo de transportistas estableciendo la gratuidad del peaje de la autopista AP-7 en los tramos paralelos con mayor densidad de circulación de la N-II, y de una rebaja sustancial del peaje en el resto de tramos de la autopista paralelos a la citada carretera nacional.
Sin embargo, para Valdivia, estas bonificaciones de entre el 25 y 50% que se están estudiando dar a los transportistas son “un parche para clamar los ánimos en el sector”. Por ello la solución que demandan pasa por hacer efectivo el desdoble de la N-II “una medida que tendría el consenso tanto del sector como de los vecinos de las localidades que reclaman mayor seguridad”.