Las ventas de furgonetas eléctricas en Europa representan tan solo el 0,6% del total

Los consumidores sólo valoran la posibilidad de adquirir este tipo de unidades si su coste y productividad es comparable a los vehículos convencionales.

24/05/2017 a las 22:07 h

Los fabricantes necesitan seguir mejorando sus motores y cajas de cambios, además de utilizar materiales más ligeros. Los fabricantes necesitan seguir mejorando sus motores y cajas de cambios, además de utilizar materiales más ligeros.

De acuerdo a los nuevos datos publicados por la Agencia Europea de Medioambiente, EEA, la media de emisiones de CO2 de las nuevas furgonetas matriculadas en 2016 ha sido de 163,8 gr/km, un 2,7% menos que en 2015.

El próximo objetivo de los fabricantes, tal y como ha indicado la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, ACEA, es alcanzar unas emisiones de CO2 de 147 gr/km para el año 2020, para lo que necesitan seguir mejorando sus motores y cajas de cambios, además de utilizar materiales más ligeros.

En este sentido, la reducción de las emisiones siempre va a depender de la aceptación que tengan en el mercado las cadenas cinemáticas alternativas, lo que incluye vehículos eléctricos, híbridos, de pila de combustible o de gas natural.

Sin embargo, según recoge la Asociación, las furgonetas eléctricas siguen representando un porcentaje muy pequeño de las nuevas matriculaciones en la Unión Europea, situándose en el 0,6% de las ventas totales, con 10.177 unidades en 2016.

A esto hay que añadir que ciertas soluciones disponibles para los turismos no pueden ser directamente aplicables a las furgonetas o al menos, no a un precio competitivo que permita un retorno de la inversión para los operadores de transporte. Asimismo, existen diferentes tamaños para estos vehículos, lo que dificulta la posibilidad de desarrollar soluciones que sirvan para cualquier modelo.

El coste como factor de decisión

Las furgonetas son una de las principales herramientas utilizadas por las pequeñas y medianas empresas, por lo que el coste de la compra y los correspondientes a la propia operativa suponen uno de los principales factores decisión. Esto explica en parte por qué los consumidores se resisten a aceptar precios más elevados por modelos híbridos o eléctricos.

Además, los consumidores sólo valoran la posibilidad de adquirirlos si su coste y productividad es comparable a los vehículos convencionales, y no están dispuestos a sacrificar un mayor espacio de carga útil por un menor consumo de combustible.

Por otro lado, teniendo en cuenta que uno de las principales limitaciones es el tiempo de carga, generalmente sólo se utilizan estos vehículos para la distribución en el centro de las ciudades.

ACEA considera que es preciso iniciar un profundo debate para identificar las opciones más adecuadas y realistas para las furgonetas en cuanto a las cadenas cinemáticas, ya que no todas son adecuadas para todas las tareas ni todas las tecnologías pueden adaptarse a los usos que necesitan estos vehículos. Por ello, está organizando un evento sobre este asunto, que se celebrará en Bruselas el 29 de noviembre.

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