El nuevo ‘tax lease’ para la financiación en la construcción de barcos en España, en vigor desde enero de 2013, que a diferencia de los anteriores cuenta con la autorización de la Comisión Europea, ha aportado al sector una notable recuperación, pero un 36% menor de lo esperado a comienzos de 2014, según informaciones de elEconomista.es.
Según los datos de Pymar, asociación que agrupa a 19 constructores navales privados de España, expuestos en la Asamblea General del jueves 26 de junio, se prevé que el sector logre una facturación adicional de 524 millones de euros durante el segundo semestre de 2014, que se sumará a los 200 millones alcanzados este 2014.
De cumplirse las previsiones, el ejercicio finalizaría con 17 contratos desde el lanzamiento del 'tax lease', una cifra que, a pesar de ser mucho mejor que las de años anteriores, supone la mitad de los contratos que esta asociación esperaba para este año, alrededor de 40. Estos, con un valor estimado de 50 millones de euros cada uno, habrían supuesto un ingreso de 2.000 millones.
De todas formas, el balance es positivo teniendo en cuenta que los 724 millones que se habrán alcanzado al finalizar este 2014, supone una cantidad seis veces superior a los 126 millones de euros que los beneficiarios del anterior 'tax lease' tendrán que devolver a Hacienda.
Entre los acuerdos ya cerrados y los previstos, al menos nueve de los 17 contratos se ejecutarán por astilleros asturianos y vascos.
Expediente de Bruselas
A pesar de que las cifras no son las esperadas en un primer momento, el sector espera recuperar la confianza de los inversores, que han visto como se les ha exigido devolver las ayudas de anteriores 'tax lease' después de haber cerrado los contratos para la construcción de barcos, exigencia de la que fueron eximidos cargadores y astilleros.
Por otra parte, cabe destacar la caída del sector naval en toda Europa, que en tres años ha pasado de construir el 15% de los barcos que se fabricaban en todo el mundo a una cuota menor del 4%, debido sobre todo a las ofertas de astilleros chinos y coreanos.
Pero también hubo puertos europeos que aumentaron su número de encargos ante la caída experimentada por el mercado español. Los astilleros holandeses, por ejemplo, pasaron de recibir 80 encargos en 2010 a 140 en 2011, periodo en el que España perdió 50 contratos, que supuso un impacto económico de 3.000 millones de euros.